Lamine Yamal y Nico Williams, durante el Athletic Club-Barça de Liga en San Mamés

Lamine Yamal y Nico Williams, durante el Athletic Club-Barça de Liga en San Mamés EFE

Juanito Blaugrana, un Culé en La Castellana

Romántico Williams

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No suele la sensiblería ser la mejor acompañante en el proceloso camino de los fichajes, pero era de esperar que volviera a irrumpir en la actualidad azulgrana Nico Williams, panterita de Lezama, coleguita de nuestro Lamine y cuyo traspaso al Camp Nou sería una nueva curita de humildad para un buen puñado de ilusos hinchas bilbaínos que el verano pasado se imaginaban compitiendo contra Barça y Real Madrid en lugar de contra Betis y Villarreal. La culerada le pone a Junior las manos en forma de corazón porque se lo imagina regando el campo de rivales trastabillados, los colegios e institutos de camisetas y las convocatorias para la selección española de impotencia y bilis mesetaria.

Pese al entusiasmo popular, son lógicas las dudas de la dirección deportiva barcelonista con el chaval. Primero, porque el fichaje tendría que ser a cara de perro en lugar de en cómodos plazos. A lo Joan Garcia, vamos, y aprovecho para enviar un saludo desde aquí a todos los aficionados sobrevenidos del que durante una semana fue el segundo equipo más popular de la Ciudad Condal, el Newcastle United. Ànims. Está claro que la liquidez del Barça sufriría para afrontar dos operaciones en régimen de clausulazo en un mismo mercado. También porque el inminente ocaso de Lewandowski y la salida de Ansu Fati aconsejan la llegada de un futbolista con más colmillo goleador. Tanto Rashford como Luis Díaz, cada uno en su perfil particular, son más delanteros que Nico. Y, en tercer lugar, porque eso de favorecer que una generación exitosa de canteranos se construya un grupito de amigos en el vestuario le ha salido al Barça más bien regular otras veces.

No me cabe duda de que Flick será capaz de dar una vuelta de tuerca a su Barcelona 2.0 para encajar a cualquiera de ellos con un Raphinha que ahora mismo es indiscutible por rendimiento pero ni mucho menos por posición. Es razonable intuir que mucho de la temporada azulgrana pasará por restarle no menos de 500 minutos a Lewa sin perder capacidad goleadora, por lo que tampoco extrañaría, precisamente, ver a Rapha estrenándose como primera flecha en la presión y finalizador al espacio. Pero la pizarra táctica requeriría menos circunvalaciones si el extremo que entre por la izquierda a pierna cambiada trae de serie una mayor facilidad natural para el remate a puerta.

Es imposible saber si el impacto social y mediático que tendría la llegada de Nico Williams, muy superior al de cualquier otro fichaje accesible ahora mismo para el Barcelona, compensaría optar por la apuesta romántica. Pero a las columnas de opinión viene uno a mojarse, y aquí es donde me quito la camiseta para lanzarme en bomba a la piscina: yo no solo creo que Laporta y Deco no deben dar ya un chavo al Athletic bajo ninguna circunstancia, sino que me resulta muy difícil ver a Nico cayendo del lado de los elegidos por mucho que lo deseemos muy fuerte. Opino que se quedará en extremo aseado y dudo que fuera titular automático en cualquier otro grande europeo. Por ejemplo, entre Musiala y Bryan Zaragoza, honestamente veo una potencial aventura de Nico en el Bayern más cerca de la del segundo. Y no solo no tengo miedo a equivocarme, sino que me parece de menor importancia para el Barça acertar ahora con el futbolista al que doblará Balde que hacerlo el próximo verano con quien heredará la '9'. 

P. D.: Nos vemos en Twitter: @juanblaugrana