
Los jugadores del Barça, en Estados Unidos FCB
Renovados ya Hansi Flick, Raphinha e Iñigo Martínez, retomamos las calificaciones individuales a este Barça triomfant que ha emocionado a todos los culés en una temporada para el recuerdo. He aquí las notas que ponemos en esta humilde columna de crónicas, análisis, diatribas y juegos florales a sus centrocampistas (excluyendo a los tres pivotes, calificados ya en el capítulo anterior), sus delanteros y su entrenador:
PEDRI - 10 - Una de las tres matrículas que se repartirán en esta entrega (siempre fui generoso como profesor, para no serlo con estos magníficos muchachos) va para el centrocampista canario. Lo irónico del asunto es que esa denominación posicional se le empieza a quedar corta. Todas sus virtudes ya empezaron a asomar con persistencia hace dos temporadas, pero si algo ha demostrado desde entonces es que su fútbol es un universo en expansión. No queda rincón del campo a salvo de su mágico ascendente. En sus mejores días, que son casi todos, es Gulliver bailando en Lilliput, Godzilla arrasando Tokio, un cósmico horizonte de sucesos que sus rivales cruzan hacia la oscuridad total. Si además se vuelve resistente a las lesiones, no habrá galaxia que no sea capaz de devorar.
GAVI - 6,5 - Renacido. El regreso tras su grave lesión de rodilla ha sido paulatino, sosegado y cerebral. Pero su fútbol sigue mostrando el acerado brillo de espada y brujería que entusiasma al barcelonista y desespera a los rivales. Antes de romperse, Xavi andaba reconvirtiéndolo en mediocentro defensivo, porque adivinaba en él una capacidad de dominar el campo similar a la de Pedri. Como Flick hace siempre los deberes, ya lo ha ido introduciendo como suplente del canario para mantener viva en su centro del campo esa combinación de pausa, arrojo y asociación que necesita de tanta fuerza como sutileza. Será mucho más importante en el futuro de lo que algunos piensan.
FERMÍN - 7 - Tiene piernas, garra, gol, ambición y todo el tiempo del mundo para trabajar lo demás. Cuando asoma en la banda para ingresar al campo, su flequillo tieso es la representación visual del sonido de la trompeta del Séptimo de Caballería. Cualquier entrenador del mundo estaría encantado de pulir a un joven con esa precisión y velocidad para generar peligro. Si además, como ocurre con el onubense, se niega a dar un balón por perdido porque es más culé que la cruz de Sant Jordi, Flick está ante un regalo del cielo. Cualquiera que me siga en Twitter sabe que mi centro del campo ideal para este Barça lo componen (y tarde o temprano lo compondrán) los tres futbolistas con los que arranca este listado.
PABLO TORRE - 5,5 - Ha demostrado su calidad y merece una oportunidad de triunfar en el primer nivel del fútbol. Pero le faltan despliegue físico y aptitudes defensivas para tener sitio en la plantilla de este Barcelona. Su golpeo de balón y su visión de juego son realmente notables, pero no virtudes de las que este Barça ande precisamente corto. Parece más candidato a traspaso que a cesión.
RAPHINHA - 10 - El brasileño que nunca se iba de nadie y cuyo dorsal ya le regalaban a otro el verano pasado se sentó a hablar con Hansi Flick y entre ambos encontraron la solución perfecta para catapultarlo hacia la mejor temporada de su vida: jugar como Rivaldo, pero a 300 kilómetros por hora. Goles decisivos, asistencias milimétricas y una capacidad de sacrificio que agota solo de verlo jugar han convertido a Rapha en el genuino capitán de un Barça indomable. Para ser un grande entre los grandes que han vestido la azulgrana solo le falta una cosa: hacerlo de nuevo. No hace falta que sea 'x10' y, desde luego, estaremos preparados para verlo.
LEWANDOSKI - 8,5 - Sí, sí, pero 42 goles. Once de ellos, en la Champions. Es evidente que el bueno de Robert juega a las damas con la parsimonia de un octogenario cuando el resto del equipo parece Kasparov puesto de anfetaminas. Pero el valor de un delantero gira siempre alrededor de lo mismo: si no marca, no sirve para nada; y si sale a aproximadamente 0,8 goles por partido, cuesta 100 millones. Será el jugador más difícil de gestionar para Flick la próxima temporada.
FERRAN TORRES - 7,5 - Una de las subtramas mejor elaboradas en el guion de este Barça tricampeón ha sido el arco de personaje del Tiburón, esta vez sí, digno del mejor Spielberg. Sigue siendo muy difícil saber cuál será su relevancia en el futuro inmediato del club, pero tener en plantilla a suplentes capaces de alcanzar los niveles de rendimiento de Ferran sin dar un problema en el vestuario es el sueño de cualquier aspirante a todo. Su siguiente paso lógico sería ahorrarle no menos de 500 minutos de juego más a Lewandowski el próximo curso, para aumentar así las posibilidades de que el polaco llegue en plena forma a los meses de la verdad.
DANI OLMO - 7 - No me puedo imaginar lo difícil que debe de ser volver al club de tu vida sin tener siquiera la seguridad de que vas a poder jugar, verte después amenazado con perderte media temporada, sufrir por el camino tres lesiones musculares de casi un mes de baja cada una y, con todo, ser capaz de aportar minutos de calidad y valor en un equipo que vuela. A un futbolista menos maduro lo hubieran tenido que ingresar varias veces con crisis de ansiedad. Pero Dani se repone a todo, y eso es oro en un equipo como este. Pese a las dudas iniciales, en esta cuenta lo queremos de azulgrana per molts anys.
PAU VÍCTOR - 4,5 - Esforzado, sufridor, y varios escalones por debajo de sus demás compañeros de delantera. El Barça se le queda grande y la portería se le hace muy pequeña. Toda la suerte del mundo allá donde vaya y agradecimiento eterno por quedarse esta temporada a correr los mismos riesgos para su carrera que Dani Olmo, pero con cien veces menos repercusión y apoyo del barcelonismo. Siempre podrá decir con orgullo que fue campeón con el Barça.
LAMINE YAMAL - 10 - Ni un solo culé puede pensar en él sin sonreír. ¿Qué posibilidades había de disfrutar de nuevo a un canterano así de dominante antes del siglo XXII? Es evidente que el barcelonismo contemple su ridículamente precoz explosión presa de un vértigo atávico a que el chico se malogre, se disperse, se lesione o, simplemente, se aburra de ser tan bueno. Pero si algo nos ha enseñado esta temporada Lamine es que no hay nada mejor que vivir sin miedo. Y yo pienso seguir al pie de la letra las enseñanzas de vida de este pequeño mesías disfrutón. Mientras el Barça gane, que nos quiten lo bailao.
ANSU FATI - No Presentado - La gran decepción de la temporada ha sido no tener ni una rendija para ilusionarnos con el futbolista que fue Lamine antes que Lamine. Pero, visto lo visto, resulta imposible desconfiar de Flick y su cuerpo técnico. Por mucho que Ansu apareciera en la foto del equipo ganador en todos los partidillos de entrenamiento y la 10 lo haya seguido invistiendo de un aura poderosa, si los técnicos han valorado que no tenía sitio en un equipo que aspiraba a todo y no andaba sobrado de suplentes para dar descansos en el ataque es por algo. Su sueldo es un anacronismo improrrogable y su salida del club, inminente. ¿Para siempre? Espero que sí, porque ya está bien de hacernos daño. Ojalá seas el mejor de cualquier equipo al que vayas, ángel nuestro.
HANSI FLICK - 9,9 - Nuestra persona favorita de fuera de Rocafonda ha firmado con pulso firme al pie de un debut redondo. No se le puede poner un 10 porque en la eliminatoria contra el Inter se observaron dos anomalías graves: que un equipo italiano le marcara al Barça 7 goles en dos partidos y que los últimos minutos de la vuelta en Milán los disputaran los azulgranas con Araújo en el campo y Pedri en el banquillo. Pero su propuesta futbolística, su habilidad para sacar lo mejor de sus jugadores, su gestión de la plantilla y, sobre todo, su capacidad para transmitir optimismo, sacrificio y orgullo han modernizado tanto al Barcelona en tan poco tiempo que no puedo restarle más que una décima. Es sin duda el entrenador que este club necesitaba.
P. D.: Nos vemos en Twitter: @juanblaugrana