El mercado de invierno no ha sido, históricamente, una buena solución para el Barça. Al menos, en situaciones críticas. El mejor recuerdo, posiblemente, fue el fichaje de Edgar Davis, en la primera etapa de Laporta como presidente. En otros casos, sin embargo, los errores han sido sonados, sobre todo para sustituir a lesionados de larga duración. Fichajes como los de Maxi López, Boateng y Braithwaite forman parte de la lista de los horrores del club.
Maxi López fue un fichaje de emergencia para suplir a Larsson. Su contratación se anunció el 28 de enero de 2005. El Barça pagó 6,5 millones de euros a River Plate y en el recuerdo siempre quedará el gol que le marcó al Chelsea en el Camp Nou.
El Barça fichó a Maxi López por cuatro temporadas y media, pero solo jugó una tercera parte en el Camp Nou. Luego fue cedido al Mallorca. Era un delantero centro muy físico, pero con excasa técnica.
La contratación de Boateng
Mucho más decepcionante fue la contratación de Kevin-Prince Boateng, el 22 de enero de 2019. Procedente del Sasuolo, llegó al Barça en calidad de cedido hasta final de temporada y apenas tuvo protagonismo en el equipo de Valverde.
El delantero germano-ghanés no tenía nivel para jugar en el Barça. No fue un buen recambio de Dembelé, lesionado muscularmente, y fue contratado tras la marcha de Munir. El club azulgrana pagó un millón de euros por la cesión pero renunció a la opción de compra que tenía firmada por ocho millones de euros.
Braithwaite por Luis Suárez
Errático también fue el fichaje Braithwaite, sobre todo por su alto precio. En febrero de 2020, el Barça pagó 18 millones de euros al Leganés por el delantero danés, tras lesionarse Luis Suárez.
El rendimiento de Braithwaite fue muy irregular en el Barça. Apenas tuvo protagonismo con Ronald Koeman y a principios de la pasada temporada rescindió su contrato con el club azulgrana y fichó por el Espanyol, ahora en Segunda División. Su actual valor de mercado es de cinco millones de euros, según Transfermarkt, muchos menos de los que pagó un Barcelona al que no se le suelen dar bien las urgencias en los mercados de invierno.
Casos diferentes
El Barça, en otras ocasiones, optó por no fichar un relevo a futbolistas importantes que se lesionaron. Por ejemplo, en 2005, tras sufrir Xavi una grave lesión de rodilla en 2005. Frank Rijkaard, entonces entrenador del Barça, dio mucho carrete a Edmilson, Motta e Iniesta, de quien inicialmente se decía que era incompatible con Xavi.
Eto'ó, lesionado en la temporada 2007-08, estuvo cuatro meses de baja y tampoco fue sustituido en el último año de Rijkaard como entrenador del Barça. Su lesión coincidió con la eclosión de Bojan.
El final de Guardiola
Pep Guardiola tampoco tuvo un recambio para David Villa después de que el delantero asturiano se fracturara la tibia. Su cuarta y última temporada como entrenador del Barça fue la peor y terminó con Tello y Cuenca jugando muchos partidos, con el Inter de Milán campeón de Europa y el Real Madrid de Mourinho conquistando la Liga.