El FC Barcelona encadenó cuatro Ligas con Johan Cruyff de entrenador. Tres títulos los conquistó en la última jornada, con épica, ganando a sus rivales y beneficiándose de dos derrotas del Real Madrid y un empate del Deportivo. En la temporada 1991-92, el equipo blanco perdió en Tenerife (3-2) un partido que tenía ganado (0-2) y los barcelonistas derrotaron al Athletic por 2-0.
El Athletic, con Aranguren de entrenador, fue un mero invitado de la fiesta barcelonista. Una fiesta inesperada. Hristo Stoichkov marcó los dos goles del Barça de Johan Cruyff, en los minutos 36 y 49.
El Barça ganaba con suficiencia su partido. Pero las primeras noticias que llegaban de Tenerife no eran buenas. A los 30 minutos, el equipo de Leo Beenhakker ganaba por 0-2 gracias a dos goles de Hierro y Gica Hagi. Las esperanzas barcelonistas, no obstante, se alimentaron a partir del minuto 36, con un gol de Quique Estebaranz.
El error de Butragueño
Con el partido resuelto, el Barça se dedicó a tocar la pelota. A enfriar el duelo. En Tenerife, el Madrid pudo resolver su compromiso en una acción de Butragueño, pero el crack madridista falló. Perdonó el Madrid, cosa extraña, y en Barcelona empezaron a creer en el milagro.
Muchos barcelonistas escuchaban sus radios. El partido se jugaba en el Camp Nou, pero todos estaban pendientes de Tenerife. Y, de golpe, un grito ensordecedor informó a los jugadores del Barça y del Athletic de que el equipo de Valdano había empatado.
Dos goles en un minuto
El gol del Tenerife fue extraño. Fue un autogol de Rocha, muy celebrado en el Camp Nou. Fue tal el éxtasis en Barcelona que un minuto después llegó el tanto de Pier. Muchos se pensaban que todavía se estaba celebrando el empate, pero no. El Tenerife ya ganaba por 3-2 y la Liga estaba muy cerca.
El Barça y el Athletic jugaban su partido. No había emoción ni la tensión de otros años. Aquel 7 de junio de 1992 comenzó la flor de Johan Cruyff, quien ese día alineó a Zubizarreta, Ferrer, Alexanko, Juan Carlos, Guardiola, Eusebio, Amor, Bakero, Goikoetxea, Laudrup y Stoichkov.
La decisión de Stoichkov
Cruyff, eufórico, se abrazaba con sus jugadores y Stoichkov reculó en su idea de abandonar el club. El Camp Nou vibraba y el Rodríguez López era una pesadilla para los madridistas. Un año después se repitió la misma historia, con la Real Sociedad como rival del Barça y nueva derrota blanca en Tenerife.