Nos hartaremos de buscar elogios para glosar la figura de Leo Messi y nunca conseguiremos hacerle justicia. Simplemente su nombre ya es sinónimo de grandeza, a la altura de solo unos pocos elegidos en la historia, como el caso de Michael Jordan. Tal vez menos vistoso, enfermo de la eficacia, el astro argentino devolvió la sonrisa a los culés este sábado en Son Moix (0-4) con una nueva exhibición refrendada por sus números formidables.
Le costó 93 minutos volver a marcar después de tres meses alejado de su hábitat natural, el terreno de juego. Pero su característica constancia evitó que el silbato arbitral le privase de engrosar su cuenta goleadora con otro tanto. Ya van 20 goles que lo mantienen como Pichichi de la Liga, pero su recital en Mallorca fue mucho más allá.
Obviamente no fue su mejor partido. Ciertamente, quedó lejos de serlo, pero fue con diferencia el mejor sobre el césped a base de un juego sútil, suave por momentos, eléctrico en otros, alegre y letal. Lo fue con su gol, pero también con sus asistencias. El genio rosarino se vistió por momentos de Xavi Hernández para jugar en posiciones de interior, generando jugadas y repartiendo dulces a sus camaradas. De sus botas (o su cabeza) nacieron los goles de Braithwaite y su preciado socio Jordi Alba. Suma 18 asistencias este curso (14 en Liga) y 247 en su carrera con el Barça.
Messi se divierte con Arturo Vidal y Jordi Alba en el calentamiento de Mallorca / EFE
Esta imagen premonitoria ya avisaba de la conexión entre los amigos. Arturo Vidal se ha ganado el favor del clan Messi y, tras Luis Suárez y Gerard Piqué, se ha convertido junto con el lateral izquierdo en una de las personas de confianza del capitán blaugrana. Su conexión fuera del campo refuerza la asociación entre ellos en el verde, cosa que se demostró en Mallorca con una actuación formidable de los tres, autores del primer (Vidal), el tercer (Alba) y el cuarto (Messi) goles del Barça.
Un minuto y cinco segundos es el tiempo exacto que tardó el propio futbolista chileno en recordar al mundo que esta Liga es del Barça. El pase se lo regaló Alba. Los blaugranas quieren un título que desde muchas esferas parecen querer asignar al Real Madrid, empezando por el propio Javier Tebas, presidente de la Liga, que se posicionó en esta línea durante la semana pasada en un acto celebrado en la capital española. La conexión entre los tres volvió a quedar reflejada en otra imagen.
Messi celebra con Jordi Alba el gol de Arturo Vidal / EFE
Posiblemente sean muchos los culés que no comulgan con el estilo de juego de Arturo Vidal. Un servidor es el primero que se ha mostrado crítico cuando los entrenadores apuestan por el chileno de inicio en lugar de dejarlo como revulsivo para dar los minutos iniciales a, por ejemplo, Arthur Melo. Sin embargo, hay que tomar consciencia de que si la presencia del Rey Arturo ayuda a dibujar una sonrisa en el juego de Messi, bienvenido sea.