Se acercan las elecciones a la presidencia del Barça. Las mociones de censura se interponen para provocar el cese de la junta directiva y la convocatoria de comicios, cosa que se producirá en breve igualmente aunque no prosperara. Bartomeu adelantó las elecciones al 20 y 21 de marzo. A partir de esa fecha y con un nuevo presidente proclamado en las urnas, Bartomeu deberá consensuar sus decisiones con el nuevo dirigente aunque podría terminar su mandato y responsabilizarse de los resultados económicos de esta temporada.
Al Barça y al próximo presidente le convienen un traspaso de poderes ordenado. Pero en la oposición hay demasiada inquina y ganas de revancha. Analicemos los candidatos. Víctor Font lleva mucho tiempo preparando su candidatura pero se le está haciendo muy largo. Deja ver sus debilidades como candidato en cada mal paso que da. Se pasa el día matizando sus propias manifestaciones erróneas y esa incoherencia discursiva le está penalizando. Da la sensación que su proyecto es entregarle el club a Xavi Hernández, que será entrenador, Manager General, director del futbol base y de los servicios médicos, todo a la vez. Una estructura que depende de una sola persona parece poco sólida.
Otro de los favoritos es Joan Laporta, que todavía no ha anunciado su candidatura pero la está preparando. Sus virtudes comunicativas y su carisma son sus mejores armas. Aunque ha perdido sus últimas votaciones: en 2015, en 2010 su delfín quedó último, y en 2008 perdió la votación de la moción. Y sus capacidades como gestor están en entredicho. En 2010, dejó el club en una situación económica paupérrima, con fondos propios negativos y cerró su mandato con pérdidas económicas, cosa que le supuso tener que sufrir una acción de responsabilidad, certificando que las hubo, aunque finalmente fue eximido de la responsabilidad de reponerlas. Protagonizó escándalos sonados como el cobro de 10 Millones del Uzbakistán por parte de su despacho, país al que fueron los jugadores del Barça a hacer unos entrenamientos. Fue condenado por los tribunales a convocar elecciones en 2006 por saltarse los Estatutos. Mintió a la asamblea al asegurar que su cuñadísimo no era miembro de la Fundación Francisco Franco, además de destinar dinero del club a espiar a sus propios directivos y oponentes políticos. Tuvo éxito deportivo aunque también 2 temporadas de autocomplacencia sin ganar apenas títulos. Siempre se vanagloria de haber dejado una gran herencia deportiva cuando es la misma que él se encontró al llegar: Xavi, Iniesta, Messi, Puyol y Valdés ya estaban en el club. Es partidario de un Barça implicado políticamente, en su caso, con el independentismo. Y es amigo y fue socio de Jaume Roures.
Otro de los candidatos con posibilidades es Toni Freixa. Tiene uno de los mejores perfiles. Su discurso es claro y coherente, conoce el club por dentro, es futbolero y parece independiente, sin nadie que le maneje por detrás. Promete proteger al Barça ante los intereses políticos, económicos y mediáticos que le acechan. Ha tenido el acierto de ser crítico pero sin hacer oposición destructiva. Le cuelgan la etiqueta de continuista aunque fue degradado por Bartomeu en 2014 y se enfrentó a él en las elecciones de 2015. Lo más difícil para él será convertir ese candidato que sacó más firmas que votos en una opción ganadora aunque está capacitado para conseguirlo. Los socios empiezan a considerarlo seriamente.
Otro de los nombres que han sonado es Jordi Roche, pero es desconocido para el mundo barcelonista, y solo se presentará si no tiene que asumir las pérdidas de este año. Dicen que detrás de su candidatura estaría Sandro Rosell. Luego está Jordi Farré, que encabezando la moción, ha ganado popularidad pero está por ver si la transformará en buena reputación de gestor. Agustí Benedito es otro habitual de estos procesos. Es un gran conocedor del club pero nada hace pensar que esta vez se convierta en ganador. Luis Fernández Alá, por su parte, parece haber saltado al escenario para aprovecharse de la popularidad. Se autoproclama precandidato cuando todavía ni tan siquiera ha convocado una rueda de prensa o acto para presentarse. No transmite nada nuevo. Y luego falta saber si acabaran saltando al ruedo, Emili Rousaud, Joan Rosell o Xavi Vilajoana, actual directivo en la junta de Bartomeu.