¿En qué momento hablar sobre la vida privada de los jugadores de fútbol dejó de ser un motivo de críticas? Desde que esto repercute en la noticia de los jugadores a nivel deportivo. Si miramos unos años atrás, todavía me acuerdo en la época de Eto’o escuchar a los paparazzis lamentar que el camerunés no tenía caché y sus fotografías valían poco. Normal, de él interesaba cómo movía la pelota y si esta no rodaba bien por algún motivo extradeportivo hubiera sido de interés, pero no era así. Ahora, quizás con el boom de las redes sociales, esto ha cambiado ligeramente y el clásico chismorreo puede interesar un poco más. Esto también se entiende en el momento que en estas redes son los mismos jugadores y otros personajes públicos quienes pretenden hacernos llegar su día a día perfecto.

Y todo este contexto previo, para explicar el futuro de Sergio Busquets y Leo Messi condicionado, en este caso, a su vida privada. La plácida retirada que preparan ambos sería en Estados Unidos, juntos y con la buena sintonía que ya tenían en el Barcelona. Pero para sintonía, la de sus esposas: Elena Galera y Antonela Rocuzzo. Ambas comparten un espacio íntimo de amistad que ellas mismas enseñan públicamente a través de Instagram. Forjaron una bonita amistad y son ellas las que también persiguen el interés, en primera persona, de reencontrarse con el destino de sus maridos en un mismo club.

Llega un momento en que las noticias se deben explicar con todo el contenido máximo que se tenga. Y también dando el por qué de las cosas. Estaremos de acuerdo que si Busquets y Messi terminan en Estados Unidos también es relevante explicar el interés de su entorno. Espero, en este caso, que Busquets no se tenga que ir de la manera tan deplorable que se fue el argentino de un club que aman y merecen un respeto.