Marc Bernal durante el Guadalajara-Barça FCB
Llegamos al parón de Navidad y con él, finalizamos un 2025 muy positivo para los intereses
del Barça, donde además ha quedado claro que Hansi Flick ha sabido sacar la mejor versión
de la gran mayoría de sus jugadores, adaptando sus perfiles a lo que necesitaba el equipo en
cada momento de la temporada.
No obstante, este primer tramo de temporada ha saltado una sorpresa que, a priori, parecía
inesperada, como es la poca incidencia o poca confianza que el técnico está demostrando
hacia Marc Bernal y Marc Casadó, dos jugadores de la casa que podrían liderar el doble pivote
de este Barça si el míster confiara en ellos y sacara su mejor versión.
El caso de Bernal podría parecer circunstancial, el joven futbolista de Berga sale de una
gravísima lesión que le ha tenido un año entero fuera de los terrenos de juego y su vuelta al
equipo debe ser progresiva, lo que es totalmente entendible, aunque desde su regreso ya han
pasado algunos meses y hasta la fecha, el jugador sigue sin tener demasiados minutos, por lo
que se había disparado los rumores que apuntaban hacia una salida en forma de cesión este
mes de enero.
Bernal es, sin duda alguna, uno de los futbolistas con mayor proyección de la plantilla, un
jugador inteligente, muy técnico, con facilidad para la recuperación y también buena visión de
juego, cualidades que obligaban a ciertas comparaciones con Sergio Busquets, una
demarcación que es clave para el Barça y donde el joven había demostrado desenvolverse de
maravilla, por lo que el club debe apostar por él sin fisuras, siempre que demuestre haberse
recuperado bien de la lesión.
Sorprenden los pocos minutos que ha tenido el de Berga, que ha jugado más minutos con
Catalunya en un partido que con el Barça en un mes, una circunstancia que impide al jugador
poder recuperar sensaciones, confianza y poder demostrar su recuperación y ganas al
entrenador que, por su parte, se ha negado en dejarle salir cedido este mercado demostrando que sí cree en él, aunque hasta la fecha no lo haya demostrado.
El caso de Casadó es digno de estudio, un jugador que fue vital en la primera mitad de la
pasada temporada, dotando al equipo de un mediocentro defensivo que no se veía desde la
marcha de Busquets, que cogió el timón de la nave al lado de Pedri y aportó al equipo
velocidad, gran visión de juego, mucha entrega y solidez defensiva, cualidades que sin Bernal
eran únicas en la plantilla, pero que poco a poco fue dejando su lugar a Frenkie De Jong, con
características diferencias y que, con otras cualidades, resta velocidad y verticalidad al equipo.
Este verano se planteó su salida pero Flick la impidió, por lo que cuesta todavía más
entender que ahora su situación sea la de un jugador secundario, que ha visto como incluso
Eric Garcia pasaba delante de él en el doble pivote, realizando muy buenas actuaciones.
El debate entre Frenkie De Jong y Marc Casadó siempre ha estado allí, donde aparte de los
criterios deportivos también entraban variables económicas, pero resulta difícil entender la
situación que vive el futbolista de Sant Pere de Vilamajor, que el pasado curso era uno de los
jugadores que hacía de enlace entre Flick y el equipo durante los encuentros, y al que nunca se
le podrá reprochar sus ganas y entrega.
Casadó y Bernal son el futuro del Barça, dos jugadores jóvenes y de la casa llamados a liderar
el conjunto blaugrana, cuyas cualidades son perfectamente compatibles y que, junto a Pedri,
pueden ser un mediocampo temible y con un estilo de juego y una identidad ideal para jugar
en el Barça, llevando el timón de una nave que necesita a capitanes como ellos.
Como siempre pasa en este club, hace falta valor y darles confianza a los jóvenes que,
siempre que las cosas se tuercen, demuestran estar sobradamente preparados para sacar el Barça a flote y ser la espina dorsal de un equipo que quiere hacer historia.
Bajo ningún concepto se debe plantear ninguna salida ni devaluar a dos jugadores que han
demostrado estar perfectamente capacitados y que darían lo que fuera para jugar en el club
de su vida, hasta el punto que el Barça haría bien en priorizar su continuidad frente a otros
jugadores con un salario muy elevado y que, en varias temporadas, solo han demostrado
media temporada decente.
Casadó y Bernal son el futuro, pero para que este futuro llegue deben formar parte del
presente, con confianza, minutos de calidad y partidos en donde demostrarán una vez más
que el mediocampo del Barça está totalmente garantizado, con un ADN 100% blaugrana y
muchas ganas de demostrarlo y darlo todo por el club de su vida.