Xabi Alonso y Vinicius Jr se saludan en el Athletic Club-Real Madrid EFE
El Real Madrid sigue tambaleándose por todos lados, el proyecto de Xabi Alonso sigue haciendo aguas y esta vez fue por culpa de un City que, sin casi despeinarse, evidenció todas las grietas del proyecto blanco.
Tras varios días escuchando que Xabi Alonso se la jugaba, que era el principal señalado y que parecía el único culpable del mal momento de los blancos, ahora resulta que los más críticos dan marcha atrás y entonan un discurso de 'resiliencia'. Ahora dicen que no toca señalar a su técnico porque el equipo es frágil, principalmente por las numerosas bajas. Pues adelante, que sigan por ahí con excusas y analgésicos que no les llevarán en lugar.
La autocrítica blanca vuelve a brillar por su ausencia. Las bajas pesan, pero no lo son todo. El Real Madrid está dando por buena una derrota ante el City. Por la mínima pero, al fin y al cabo, una derrota. Una más.
Surrealista, pero para mí, que pueden seguir por este camino. Que no toquen nada, como mínimo, hasta que pase la Supercopa de España. Que sigan dando aire a Xabi Alonso y a los jugadores. Si este es el rumbo, los culés estaremos encantados de la vida. Larga vida al proyecto de Alonso. Xabi quédate.
Un espectáculo lamentable con sello alemán
Hoy me gustaría poner el foco en una escena que se repite demasiado a menudo cuando algunos equipos visitan el Camp Nou. Después de las experiencias vividas contra el Eintracht, el Barça no puede permitirse mirar hacia otro lado. Lo ocurrido el martes con la afición alemana vuelve a demostrar que estos energúmenos no deberían tener cabida en el fútbol.
Lo que se vivió en la grada visitante fue indignante. Un grupo numeroso pero bien aislado sembró el pánico entre la afición azulgrana lanzando cerveza, bengalas, provocando altercados e incluso dañando el mobiliario del nuevo Spotify Camp Nou. Una imagen lamentable que la seguridad no pudo detener. La UEFA debe actuar y debe hacerlo de forma ejemplar. O, por otro lado, el Barça también debería explorar nuevas vías para proteger su estadio y, sobre todo, a su gente de estos bestias.
Mientras, en el césped, el equipo de Flick volvió a sobreponerse al caos inicial gracias a dos chispas de Koundé que dio la vuelta al marcador y mantiene vivo el sueño del Top 8. Más allá del resultado, las sensaciones no fueron buenas. Ni con el equipo ni con el ambiente del Camp Nou. Hay imágenes y comportamientos que no deben volver a repetirse en el nuevo estadio azulgrana.