Raphinha y Hansi Flick hablan tras el Barça-Alavés DAZN
Qué lejos queda el retorno hablado de Thiago Alcántara al FC Barcelona. Con su pasado alemán y el buen entendimiento con el míster azulgrana, parecía una pieza idónea para mimar las relaciones internas del vestuario. Pero, finalmente, se descartó. Thiago no tiene tanta trascendencia en los jóvenes actuales, aunque también fue de la Masía. Ni Flick acabó de convencerlo. Pero es evidente que se habló de esta posibilidad porque ya se vislumbraba una tormenta perfecta… O imperfecta.
El FC Barcelona no juega a nada. Los destellos de Lamine Yamal, cuando la pubalgia y su falta de concentración le permiten, se quedan a medio camino. Raphinha es muy necesario, pero no puede hacer milagros él solo. En el medio, sin Pedri, el resto no tienen suficientes galones, como Marc Casadó, o suficiente cultura del esfuerzo, como Frenkie de Jong. Y, sobre la defensa, mejor correr un tupido velo.
El desmadre del vestuario es tan grande que, incluso, Ronald Araújo se atreve a descartarse para evitar seguir siendo señalado. Un capitán que se pone en la cola cuando las cosas se tuercen. No hay más preguntas señoría.
Y, en medio de todo, Hansi Flick. Lejos de victimizarlo, debe ser señalado. Lo de la temporada pasada fue fruto, en parte, de la suerte. Pero las vergüenzas de este equipo vuelven a salir a la luz como en la era Xavi. Entonces también se ganó una Liga, pero no jugaban a nada. Me sabe mal, pero en el trabajo no te premian por si eres buena o mala personal. Hansi Flick debe encontrar la tecla y ya va demasiado tarde. Si no lo escuchan de puertas para dentro es su culpa. Y si en el césped no brillan, también. Necesita ayuda, es verdad. Pero también es igual de cierto que debe buscarla él solo. Ánimo.