Joan Laporta en el Camp Nou FCB
Dos leyendas indiscutibles del FC Barcelona han demostrado públicamente estos días su oposición abierta a Joan Laporta. Leo Messi lo hizo de una forma más sutil, pero mediáticamente impecable e implacable, apareciendo en el Camp Nou prácticamente a hurtadillas y de incógnito, inmortalizando su presencia en una imagen, pisando el césped, que se ha hecho ya icónica, con un semblante sonriente y con Joan Laporta a más de mil kilómetros de distancia. Un gesto que pilló totalmente a contrapié al presidente blaugrana, y que servía para desmentir la mejoría de relaciones que iba pregonando Laporta en los últimos meses.
Messi, sin necesidad de decir nada, dejaba claro que las relaciones están totalmente rotas. Como buen tahúr, y tras asumir el golpe como un estacazo incontestable, el bueno de Jan reaccionó anunciando que le iban a hacer una estatua al crack argentino, como ya tienen Ladislao Kubala y Johan Cruyff. Una auténtica boutade, que no podía ocultar semejante bofetada a mano abierta. Por ahora, Leo no ha dicho esta boca es mía. Solo acompañó su imagen en el nuevo Camp Nou con un mensaje en el que agradecía el apoyo de todos los aficionados y anunciaba su deseo de despedirse algún día ante su gente.
Laporta sabe perfectamente que Messi puede ser un arma arrojadiza contra él durante la campaña. No en vano, su mayor rival a priori en las urnas, Víctor Font, ya ha anunciado que, en caso de ganar, lo primero que hará es llamar al argentino. En la oposición están intentando valorar cómo gestionar esta arma disuasoria, teniendo en cuenta que difícilmente el argentino se inclinará por algún candidato. Pero cualquier acción o gesto de Messi podría ser decisivo en los últimos días de la campaña y Laporta lo sabe.
Ante la amenaza de un escenario tan pantanoso como peligroso, algunos palmeros del presidente han encendido el ventilador a través de las redes sociales, llegando a cuestionar la importancia de Leo en el FC Barcelona, con el manido y desgastado lema: 'El Barça está por encima de cualquier futbolista'. El problema es que Leo no es cualquier futbolista sino simplemente el futbolista.
El otro mito blaugrana que ha dejado clara su animadversión por el actual presidente es Xavi Hernández. El egarense decidió acudir el lunes al estreno del nuevo proyecto de Víctor Font, Nosaltres, con el que se presentará como candidato a las elecciones del 2026. Un gesto que no admite matices: Xavi está claramente dolido con Laporta y las formas con las que fue despedido. Tampoco hizo declaraciones, pero con su presencia ponía su nombre al frente de la oposición contra la actual junta directiva.
En este caso, Laporta encajó el gesto de Xavi con más Fair Play, consciente que ahora mismo el exfutbolista no es un activo tan peligroso. Y es que en el barcelonismo son pocos los que ponen en duda el acierto de Laporta en relevar a Xavi por Hansi Flick en el banquillo. Otra cosa es cómo se gestionó la salida del egarense, con situaciones tan estrambóticas como listas negras filtradas en el vestuario y ninguneo continuo del presidente a los requerimientos del entrenador. Un esperpento de tomo y lomo, que acabó con Xavi saliendo del club por la puerta de atrás, igual que Ronald Koeman tres años antes.
Lo que no hay duda es que entre el estacazo de Messi y el pellizco de Xavi, Laporta tendrá un respiro con la vuelta al nuevo Camp Nou este fin de semana. Un año más tarde de lo prometido, pero al final el presidente blaugrana cuenta ya con su principal activo electoral para hacer frente a la oposición... y a la sombra de Leo.