Podríamos estar hablando del exquisito recital de Pedri en la reanudación de la Liga de Campeones ante el Brest, quizás en el mejor partido que ha jugado con el Barça. Una exhibición que nos llevó a recordar al mejor Iniesta y al indiscutible Xavi. A tanta delicia del canario para eludir rivales tanto por la derecha como por la izquierda, unas veces con caño, otras con sombreros, también para recuperar el balón, para oxigenar a sus compañeros, conducir y lanzar asistencias de primera calidad invita a levantarse del asiento y brindar una merecida ovación. Y esperar que el cuerpo técnico lo abrace y sus compañeros muestren su veneración por la cátedra que acababa de dictar.
Podríamos estar hablando también del polaco Robert Lewandowsky (36 años), que en el mismo partido alcanzó la friolera de 101 goles en la competición europea que lo convierte en el tercer jugador en la historia capaz de llegar al centenar de tantos por detrás de Cristiano Ronaldo (141) y Lionel Messi (129), fenómenos que con 39 y 37 años respectivamente todavía no han perdido el olfato de los auténticos killers.
Podríamos también estar comentando el mal momento que está atravesando Pep Guardiola con su Manchester City que se dejó empatar en su campo por el Feyenoord cuando ganaba con un claro 3-0, o de Luis Enrique que volvió a perder con su PSG ante el Bayern en Munich.
Podrían estar hoy los culés debatiendo cualquiera de todos estos temas, brindando por el buen sabor de boca y los ánimos que da ver al Barça a un punto del liderato en la clasificación europea, pero nos empaña una dulce jornada y produce cierto desánimo la decisión tomada por la directiva de Joan Laporta con la grada de animación, a la que impidió asistir al partido contra el Brest y ha inhabilitado hasta que no pague las multas al club por su comportamiento en el campo.
Ver vacío ese sector del Estadi Olímpic dio pena. Y ayer ya salieron los principales opositores a la gestión de Laporta, Víctor Font y Joan Camprubí pidiendo diálogo entre las dos partes para llegar a una solución, al mismo tiempo que critican la medida por desproporcionada y solicitan que si el club tiene identificados a los responsables, que actúe sobre ellos. “La grandeza del Barça es su masa social, y darle la espalda no es la mejor respuesta”, declaró el líder de Si al futur. Y mucho menos en la semana de la conmemoración de los 125 años de la fundación del club.
Las preguntas que surgen son: ¿Qué pasaría si alguien o los mismos miembros de la grada de animación hubieran pagado los 21.000 euros de multa? ¿Sería inhabilitada de todas formas? ¿Qué es lo que molesta a la directiva: los gritos contra Laporta o el acto prohibido de tirar una bengala? El pasado octubre, el Athletic abrió un proceso para expulsar a dos socios que lanzaron bengalas en un partido jugado en Roma. Y es raro porque Laporta ya actuó una vez contra un grupo violento.