El virus FIFA me da más miedo que Pinocho en una hoguera. A punto de afrontar la parte del calendario más complicada en lo que llevamos de curso, el desgaste de las piezas clave del Barça con sus selecciones me preocupa muchísimo.
Lewandowski, Raphinha, Lamine Yamal y Koundé, la columna vertebral del equipo, llega con problemas físicos y con demasiada carga de minutos para jugar contra el Sevilla, el Bayern y el Madrid en menos de una semana. A ellos, se les tendrá que sumar, seguro, algun que otro contratiempo que se producirá en cualquier de estos duelos en forma de lesión, molestias o sanción.
Flick tiene la obligación de conseguir buenos resultados y, al mismo tiempo, cuidar y mirar por el bien de sus futbolistas. No será una tarea fácil pero con lo que nos ha transmitido hasta ahora el alemán en este inicio de temporada, estoy bastante tranquilo.
Llegan los partidos que todos los futbolistas quieren jugar. Llega la hora donde los entrenadores tienen que demostrar su valía. Pero, sobre todo, llegan los momentos donde el aficionado quiere disfrutar y por nada del mundo quiere perder.
De la Fuente ya 'Luisenriquea'
Luis de la Fuente ha sido el encargado de hacer campeona de Europa a la selección española y de hacer olvidar a Luis Enrique. O, al menos, hasta ahora. Últimamente, el discurso del seleccionador ha cogido un tono con la prensa que recuerda demasiado al del asturiano.
Los aires de superioridad que transmite y la sensación de que ya se siente por encima del bien y del mal no me gustan nada. Su discurso sobre Lamine Yamal, la gestión de los minutos de los futbolistas que acumulan más carga y también el sermón sobre sus éxitos han dejado atrás la figura de aquel entrenador prudente y próximo del que ya prácticamente no queda ni rastro.
De la Fuente responde a las preguntas que no le gustan con agresividad cuando tendría que hacerlo con naturalidad y elegancia. De la Fuente aprovecha para sacar pecho de sus éxitos a la mínima que puede y, esto, también transmite un complejo de inferioridad que no tendría que tener.
Y sí, ya sé que ser el seleccionador español no es una tarea fácil, pero esta versión del técnico de la Roja a mí no me convence, no me gusta y tampoco creo que represente al grupo humano que tiene en el vestuario.
Puro 'postureo' de las ligas
Dudo que la denuncia de las ligas europeas a la FIFA llegue a ningún lugar. Tengo la sensación de que solo es una cortina de humo para intentar evitar una más que posible huelga de futbolistas que cada vez cobra más sentido.
Tal y como dijo la FIFA, los calendarios fueron aprobados por las respectivas ligas y FIFPRO, así que, a efectos legales, no creo que ahora puedan hacer gran cosa. Es cierto que el máximo organismo del fútbol mundial abusa de su poder, pero la Liga, la Premier y la Serie A, entre otros, se preocupan porque ven peligrar su negocio y no por el bienestar de los futbolistas.
Ellos, que son los actores principales de este circo, son los que tienen que decir basta con la FIFA, la UEFA, las ligas, las competiciones y las federaciones de sus países. Esto es insostenible y, a pesar de que nos pese a todos, cada vez tengo más claro que la huelga es la única solución para poner remedio en un calendario que cada vez es más loco.