En los primeros compases de la Segunda Guerra Mundial, un general alemán, Heinz Guderian, sorprendió a propios y extraños, por su táctica en los combates. Guderian fue el abanderado de la blitzkrieg, más conocida como guerra relámpago. Básicamente consistía en avanzar como si no hubiera mañana con sus tropas mecanizadas y blindadas, rompiendo líneas enemigas y atravesando territorios sin detenerse hasta llegar al objetivo final. De esta forma tan inusual y alejada del manual de estilo de las estrategias militares, Guderian se apoderó de París en menos de dos meses y cruzó más de tres mil kilómetros por territorio ruso en la Operación Barbarroja. Evidentemente esta táctica de combate tenía un talón de Aquiles: al asumir tanto territorio en tan poco tiempo, se impedía asentar la zona conquistada en la retaguardia, permitiendo al enemigo reorganizarse y llevar a cabo planes de contraataque.
En términos futbolísticos, parece que Hansi Flick está utilizado una estrategia similar a la de su compatriota. El técnico ha hecho una apuesta fuerte para que su equipo empiece la temporada en un momento de total plenitud y exaltación física. Durante la pretemporada, se hizo mucha incidencia al aumento de cargas, con el reto de que el equipo cogiera el tono físico lo antes posible. Con esta táctica, Flick ha conseguido barrer del campo a equipos como el Valladolid o el Girona, que todavía se encuentran en fase ascendente, pero en ningún caso han llegado aún a la plenitud. Pedri ya lo explicó meridianamente claro cuando le preguntaron por el espectacular rendimiento físico del equipo en este inicio de temporada: "Flick quiere que apretemos fuerte. Ya nos ha dicho que para él estos primeros partidos son muy importantes porque sumas puntos y te puedes distanciar de los rivales. Son puntos que ya tienes y que nadie te va a quitar. Para él, la Liga se gana al principio".
No hay duda de que los planes de Flick se están cumpliendo con la precisión de un reloj suizo. El equipo ha empezado mostrando una superioridad física incontestable en todos sus partidos, apretando desde el minuto uno y ahogando al rival, que muere indefenso y desconcertado en la orilla, consciente que le ha pasado por un encima una apisonadora.
Sin embargo, los especialistas en la preparación física -con el profesor Paco Seirul.lo a la cabeza- recuerdan que no se puede mantener el mismo nivel toda la temporada y que se trabaja en un plan cíclico, donde en algún momento se entra en meseta, para luego seguir para arriba, alcanzando el cénit en el mes de marzo, cuando llega el momento importante de la temporada. Está por ver cuándo entrará el Barcelona en meseta y hasta cuándo aguantará en máxima plenitud, pero lo cierto es que por ahora a Flick le ha funcionado el 'blitzkrieg' a las mil maravillas.
Eso sí, la intensidad y duración de los entrenamientos ha empezado a pasar factura en las piernas de algunos jugadores, como en los casos más evidentes de Fermín López y Dani Olmo, que además han tenido poco margen de descanso este verano por culpa de los Juegos Olímpicos y la Eurocopa. No hay duda de que al final la clave será la gestión de los lesionados y la duración de la fase expansiva física para la consecución o no de títulos esta temporada.