Amigas y conocidas. Este es el título de un talk show de Televisión Española que pasó sin pena ni gloria en la cadena pública, pero que me va de maravilla para definir el entorno que ha tenido Sergi Roberto en sus últimos tiempos en el club azulgrana. Amigos, seres queridos y que lo apreciaban, remaron a favor para que siguiera.
De este modo, Rafa Yuste consiguió lo imposible: una renovación de esta última temporada más otra con variables debido al aprecio personal y familiar que el directivo le guarda. Y en esta lista de amigos y conocidos también podemos sumar a Xavi: incapaz de separar su etapa profesional de jugador con la de entrenador, tiró de la baza emocional para favorecer su continuidad el verano pasado, aunque ya no aportase. Y la última, el mismo entorno culé: faltaban referentes con la marcha de Sergio Busquets, Gerard Piqué o Jordi Alba y necesitaban algún jugador 'de casa' que diera el relevo en esta época de transición y vacas flacas.
Pero hasta aquí. Ni Deco quería que siguiera el pasado 2023 ni el actual míster, Hansi Flick, está por mantener estos lazos de sangre que Sergi Roberto había cosechado, pero, como es lógico, son inexistentes con el alemán. También en esta cara B de la moneda está su esposa, Coral Simanovich, que ansía otra gran capital europea para seguir promocionando un perfil bajo de modelo, pero muy efectivo en redes sociales. 
Quién sabe si el futuro está más cerca de lo que piensa su propia esposa. Lo que es seguro es que la nómina le bajará en picado, aunque su nuevo club podría comprometerse a cerrar un contrato más largo que el de una simple temporada que consiguió rascar con el Barcelona en esta última etapa. Hace una semana no tenía ningún candidato, veremos la siguiente. 
Sergi Roberto siempre será recordado por el gol de la remontada contra el PSG. No todos lo podrán decir. Buena suerte.