Este martes tuvimos el honor de celebrar el primer evento oficial de Culemanía en el Hotel Avenida Palace de Joan Gaspart, en Barcelona. Fue un evento multitudinario donde se dieron cita diferentes sensibilidades del barcelonismo de alta alcurnia. Cuatro exmiembros de la junta directiva del club que gobernaron en momentos diferentes de la historia culé: Eduard Romeu, que fue el último en salir --dimitió como vicepresidente económico el pasado 14 de marzo--, Xavi Vilajoana --se marchó fruto de la dimisión en bloque de la junta directiva de Bartomeu el 27 de octubre de 2020--, Emili Rousaud --lideró una pequeña rebelió de 6 directivos que dimitieron el 6 de abril de 2020 en plena pandemia, tras el escándalo del Barçagate-- y el citado Joan Gaspart, que fue presidente del Barça entre 2000 y 2003, pero vicepresidente deportivo de 1978 al año 2000. Todos ellos tenían dos denominadores en común: formaron parte de una junta directiva del club y se marcharon tras presentar su dimisión.
Es curioso pero si echamos la vista atrás, nos encontramos con que la mayoría de expresidentes y exdirectivos de renombre del Barça han acabado dimitiendo. Sandro Rosell dimitió a raíz del caso Neymar en 2014 y antes, en 2005, había dimitido como vicepresidente deportivo de Laporta. Bartomeu y Javier Faus también dimitieron en 2005 y, luego, Barto presentó la dimisión en 2020, mientras que Faus lo hizo en 2015. Ferran Soriano y Marc Ingla, entre otros, dimitieron en 2008. Si nos ponemos a contar, los números de dimisiones son abrumadores.
El que no ha dimitido nunca es Joan Laporta. Aguantó el chaparrón cuando le pusieron una moción de censura en 2008 y resiste con su habitual fortaleza, y su renovado carácter melancólico, ahora que las cosas también van mal dadas en materia económica. Todavía no se sabe si podemos fichar este verano o si se podrá devolver la deuda del Espai Barça. Y, aunque la preocupación es creciente tanto en lo deportivo como en lo económico, y aunque ya en esta nueva etapa le han dimitido más de 20 altos cargos, el presidente se siente fuerte y asegura que hay brotes verdes. La travesía del desierto parece llegar a su fin. Pronto atisbaremos el ansiado oasis. Estamos a punto de ver la luz al final del túnel.