Vaya por delante que Oriol Romeu me parece un auténtico profesional y con un discurso personal enriquecedor que va más allá de las 'valoraciones de partido' a las que estamos acostumbrados a escuchar: llenas de tópicos y palabras vacías. Todo lo contrario: Oriol Romeu es una persona completa, con discurso y fondo. Y lo más importante: un hombre de club que siempre así lo ha demostrado cuando ha pasado diferentes etapas profesionales en diferentes clubes y, especialmente, un hombre con ADN azulgrana. Uno de los jugadores más talentosos que salió de una época dorada de La Masia cuando el Barça Atlètic, gracias al gran y ya difunto Jacint Borràs como directivo al frente y responsable de los filiales, recuperó el nombre original del equipo para dejar de considerarse como el Barça B.
Pero el pasado es historia y el presente es el que nos interesa. No todas las responsabilidades en el estilo de juego y la manera de posicionar los jugadores por parte de Xavi son siempre los motivos por los cuales hay jugadores que no rinden.
Me explico. Oriol Romeu venía de hacer una espléndida temporada cuando llegó del Girona al FC Barcelona. Pero también venía de disputar 'solo' 33 partidos con un Girona que solamente tenía la ambición de no perder la permanencia en la primera división. Unos propósitos muy distintos de las exigencias que le pone, desde el minuto cero, el FC Barcelona: con Champions, Supercopa y una continuidad más alargada en la Copa del Rey. Y con giras y compromisos a parte.
Con todo ello, más allá de que Oriol Romeu cuajara en el Girona, el reto del Barcelona ha supuesto un calendario demasiado apretado para un jugador que ya vino tocado el verano pasado cuando dejó Montilivi. Tocado de una rodilla derecha. Una rodilla derecha que ya va 'coja' desde el año 2012, cuando estuvo de baja seis meses por una lesión en el ligamento anterior cruzado cuando era jugador del Chelsea a sus 21 años. 
Si a todo ello le sumamos una preparación física prácticamente nula con un staff, el que Xavi Hernández trajo, muy flojo, poco profesional y sin conocer bien las exigencias que debe y puede pedir a los jugadores que ya vienen tocados, el combo acaba siendo explosivo para que sea imposible evitar el fracaso del jugador.
Nos hemos pasado toda la temporada escuchando que Oriol Romeu volverá al Girona. Demasiado tarde porque un Girona de Champions necesita jugadores potencialmente más explosivos y preparados. Pueden haber arreglos, cuestiones personales y afectos entre Míchel y Romeu, pero seguramente el handicap física será un aspecto importantísimo a tener en cuenta. Esto y sus prácticamente 33 años.