La investigación del caso Negreira cada vez pinta peor para los intereses del Barça. En primer lugar,
el criterio del juez Aguirre para imputar a Laporta es difícilmente comprensible. Considerar que en 2018
Laporta todavía formaba parte de la trama y que sus acciones, que terminaron en 2010, todavía no habían prescrito es tenerle muchas ganas al presidente y al club. Y mucho más si tenemos en cuenta que
Anticorrupción consideró que ya habían prescrito los actos de
Laporta.
Por otro lado, en el auto del juez Aguirre se hacen juicios de valor hablando en primera persona y se habla de probabilidades cuando un juez penal solo puede hablar de certezas y hechos probados. Y seguimos, porque considerar a Negreira funcionario público a efectos penales es la guinda del pastel. Si a Luis Rubiales no se le está juzgando como funcionario público, a Negreira tampoco.
Veremos lo que sucede, de momento todo forma parte de la investigación del caso pero tengo la sensación de que se están trazando todas las líneas posibles para condenar al Barça y buscar al máximo de culpables. Además de hacerlo de cualquier manera, aunque sea con sensaciones e indicios y no con pruebas. Laporta, Rosell, Bartomeu, el propio club… los titulares son más golosos que la verdad y la supuesta lógica de un juez está por encima de las pruebas. Para mear y no echar gota.
Pegar sale barato
A Nacho le han reducido una sanción por comportamiento agresivo, peligroso y totalmente fuera de lugar que estuvo a punto de costarle una lesión grave a
Portu.
¿Este es el ejemplo que queremos dar? Adelante, yo no lo cuestionaré, pero tampoco quiero formar parte de este blanqueamiento a una
actitud violenta, macarra y totalmente inaceptable dentro de un terreno de juego.
Dos partidos a Nacho me parecen pocos y los tres que le cayeron el curso pasado a
Lewandowski me parecen excesivos. Con esto no estoy defendiendo lo que hizo el polaco. No me gustó y tampoco estuvo acertado, pero solo quiero dejar claro que hacer un gesto de menosprecio sale más caro que pegar y hacer daño.
Esta es la Liga que tenemos. En Inglaterra, por ejemplo, las rojas directas son sancionadas como mínimo con tres partidos. Da igual la infracción.
Roja directa = tres partidos. Que se lo explique Casemiro.
¿Habría que adoptar esta medida? No lo sé, pero aquellos que se llenan la boca con la
Negreira League que vayan pasando de uno en uno a tragarse sus palabras, porque al ritmo que vamos este curso, aún será
Portu quien tendrá que cumplir sanción.
¿Presidente Mateu?
Árbitro internacional, bien visto para los organismos de todo el mundo, los culés difícilmente olvidaremos su actuación en el Barça-Atlético de la última jornada de la Liga 2013-14. Un fuera de juego inexistente de Messi evitó que el Barça del Tata ganara un título que finalmente fue para los colchoneros.
No nos engañemos, Mateu no es un tipo que nos traiga demasiados buenos recuerdos ni nos transmita demasiada confianza. Es un invitado inesperado en una ecuación que ya de por sí tiene una difícil solución. Está claro que la Federación necesita un cambio radical, Pedro Rocha tiene que ceder la silla, pero tampoco sé si se tiene que ir en esta dirección.
¿Qué pasará? ¿Será Mateu Lahoz el nuevo presidente de la RFEF? Sus posibilidades aumentan significativamente, pero tal y como le pasaba cuando era colegiado, en este duelo también puede pasar de todo.