El personaje de Luis Rubiales es detestable por muchas razones y la última polémica sobre el beso a Jenni Hermoso es la punta del iceberg de muchas otras acciones deplorables que ha protagonizado. El machismo es una lacra de la sociedad, pero también es interesante detectarlo para conocer muy bien a las personas. El machismo es indisociable de aquellos personajes que también son mentirosos, egocéntricos, manipuladores y falsos. Y el presidente de la Federación Española de Fútbol cumple al dedillo con todas estas consideraciones (no atributos).

Mentiroso porque dice que el beso que le dio en la boca fue fruto de la pasión y del momento de excitación que estaba viviendo por el triunfo de la selección femenina de fútbol. ¿Cómo puede ser que la misma persona que argumenta sentir devoción por el fútbol femenino no estuviera entregando las medallas a las jugadoras del Barcelona meses atrás y, por lo tanto, mostrando una indiferencia hacia ellas? Con esta explicación, el argumento de la falsedad viene con el vídeo que se ha hecho, donde da unas explicaciones que se notaba demasiado que leía con el típico prompter televisivo y actuando con la gestualidad facial a un nivel teatral muy bajo.

¡Pero seguimos para bingo! Rubiales demuestra ser muy egocéntrico en el momento que busca personalizar una federación en torno a su figura, y al precio que sea. Todavía me pregunto cómo se puede haber aceptado que un presidente haga negocios con un futbolista en activo, Gerard Piqué, y no pase nada. Pasada la tormenta mediática, Rubiales sigue con el culo enganchado en su silla… Y con un proyecto en Arabia Saudí que ni tan siquiera ha pasado por un filtro de una triste comisión que realmente valide y analice la praxis llevada a cabo para traer la Supercopa de España fuera del propio país.

Para terminar, manipulación y más manipulación. Como el momento que arrebata la copa de campeonas para darle a la Reina Letizia como si este tuviera la potestad para decir quién protagoniza la foto final con el triunfo.

Me da absolutamente igual lo que responda Jenni Hermoso que, dicho sea de paso, es loable la profesionalidad con la que ha encarado la polémica. Y también me parece lamentable que todo se base en denunciar desde las cabeceras de los medios a Rubiales. Quien calla otorga y es más triste la no repercusión que nunca conllevan las acciones de Rubiales por parte de quienes tienen el poder, esto sí le afectaría.

Mientras siga en el poder un personaje como este, toda la Federación Española de Fútbol es cómplice del machismo de Luis Rubiales