Es verdad que el Barcelona ya no “se juega” nada si damos por hecho que estar a 13 puntos del Real Madrid después del mísero empate a cero de ayer ante el Girona certifica, de forma no matemática, que los de Xavi son campeones de Liga. Con este preludio y todavía recuperándose de ver cómo los blancos fueron realmente superiores en el último partido de Copa porque sabían que se la jugaban (especialmente Ancelotti), no es de extrañar que decidan reservar a Pedri. El plan es que descanse, se recupere bien de su lesión y no tenga prisa por volver para evitar una recaída.
En este aspecto, tiene toda la lógica del mundo. El Barça se puede permitir dar descansos y hacer rotaciones, a diferencia de la mayoría de equipos. Si bien es cierto que para las grandes citas y competiciones, como en Europa, se hace más difícil prescindir de perfiles como el suyo porque los mejores se echan de menos. Y en estas, Pedri quiso volver a mediados de marzo, pero volvió a recaer. Si repasamos la cronología de forma rápida, los acontecimientos sucedieron así: se lesiona el 16 de febrero en la ida del Manchester United, empieza a entrenarse un 13 de marzo, nos alientan con su retorno y, finalmente, el 19 de marzo, en el clásico liguero, descarta aparecer por molestias que todavía hoy perduran.
Como mínimo, estaremos de acuerdo que empieza a considerarse una lesión extraña y con un pronóstico que ha terminado siendo más negativo de lo esperado. Que ahora Pedri no juegue tiene todo el sentido del mundo. Pero que no lo hiciera contra los blancos se debió a causas de fuerza mayor. Y con esto no quiero poner la alarma de otros casos donde todo ha sido una secuencia de fallos. Aunque sí es verdad que la lesión de Pedri en el muslo de la pierna derecha viene de una reiteración de otra lesión anterior. Y, en estos casos, las prisas nunca son buenas. Con Ter Stegen y todavía me atrevo a decir con Robert Lewandowski, este trío forma el triángulo perfecto del equipo azulgrana. Tenerlo a menos del 100% no se lo puede permitir ahora mismo Xavi para seguir ganado títulos la próxima temporada. Muchos ánimos, el momento por el que atraviesa Pedri ahora es delicado.
Aunque más lo es para Ansu Fati. Con su insulso partido de ayer contra el Girona en el Camp Nou empieza a certificar una irregularidad tan grande que se está convirtiendo en una constante. Su lesión, como siempre he dicho, se ha cronificado. Y con ella deberá seguir de por vida.