Supongo Jan que, al ver el titular del artículo, debes pensar que se trata de uno más, de los miles que circulan, en los que piden, reclaman e incluso exigen el regreso del crack argentino. Una vuelta que, no por deseada, se presume muy difícil y complicada. Pero no, el Leo que te recomiendo que te traigas al Barcelona no es Messi; eso sí, es campeón del mundo también y además en un deporte en el que se necesita exprimir hasta la última neurona del cerebro.
Te daré más pistas, antes de dar su nombre, porque quiero ponerle un poco de emoción al asunto. Es un profesional que ha sido capaz de ser el número uno en un mundo dominado por otro género, está acostumbrado a gestionar sus emociones y en muchas ocasiones a disimularlas -esto te iría muy bien a la hora de negociar con esos agentes que se creen los reyes del mambo-, se mueve diariamente entre auténticos tiburones, capaces de destrozarte a las primeras de cambio -sólo te diré que los Ceferin y Tebas serían considerados pescadillas en su mundo-, utiliza las matemáticas con destreza felina -para un club que ha de rebajar 200 millones de euros de ficha salaria no sería un mala ayuda-, conoce la psicología de la gente como nadie -ha estudiado Ciencias de Comportamiento en una escuela en Londres-, y además tiene estudios empresariales para hacer sonrojar a cualquier CEO de una multinacional, sabe mejor que nadie qué es la presión -se proclamó campeón del Mundo en Las Vegas hace dos años superando a más de 6.000 participantes-, es sensible con los animales -tiene gatos y perros que colapsarían la Arca de Noé-, mediático -ha participado en varios programas televisivos-, en su profesión, gestiona la agresividad diariamente, no se deja amedrentar por nada ni nadie -las amenazas de LaLiga y la UEFA caerían en saco roto en su agenda- y además le gusta echarse faroles, de los que sale ganador en la mayoría de ocasiones, por lo que tendríamos asegurados muchos puntos a la hora de cerrar negociaciones y acuerdos entre otros clubs, futbolistas y sus representantes.
Supongo Jan que estás impaciente por conocer su nombre para ficharlo mañana mismo. Pues no te voy a hacer esperar más. Se llama Leo Margets. Una barcelonesa de 39 años que fue capaz de conquistar el brazalete de las World Series de póker en Las Vegas en el 2021, en un mundo dominado totalmente por los hombres, integrada en la nómina de Winamax, para que te hagas una idea Jan, los Rolex y Ferrari, como cantaría Shakira, en la organización de los torneos de póker, capaz de mantenerse en lo más alto durante más de una década, considerada la mejor jugadora de póker de la historia, “el deporte más meritocrático y democrático del mundo”, como ella se encarga rápidamente de subrayar, donde “sólo los jugadores mediocres se excusan en la mala suerte” y en el que a día de hoy “sólo un 5% somos mujeres”.
Imagínate Jan, qué bien te iría alguien así en el club. Alguien que podría farolear a Tebas, hacer un all in a Ceferin, lanzar un fold a la caverna mediática cuando vomitara su bilis por el caso Negreira, hacer un call al Espai Barça o directamente un raise al equipo de Xavi, que está batiendo todos los récords habidos y por haber en la Liga.
Ahora bien, ya te advierto Jan, que no todo son flors i violes. A nuestra Leo no le gusta el fútbol. Y es que, como diría el bueno de Billy Wilder, “nadie es perfecto”.