Puede que el pesimismo se haya instalado esta última semana de febrero en la comunidad de culemaníacos. No es fácil tomarse con resignación una nueva eliminación de Europa, ni tampoco aceptar que el día que se puede pisar el acelerador hacía el título de Liga el equipo muestre debilidades no solo técnicas sino también de otras facultades que parecía habían desaparecido del vestuario. Tampoco ha sido bueno observar cómo el Real Madrid, que perdía en Liverpool (2-0), acabó ganando 2-5 en el mismo campo en el que hace unos pocos años el Barça acudió con una ventaja de 3-0 y cayó estrepitosamente ante la apatía de muchos jugadores. Eso arruina hasta las vacaciones, como vacila Jero Freixas en sus redes sociales.
Pero aquí viene lo bueno. Una nueva oportunidad se le presenta al Barça de Xavi este jueves, y nada menos contra el Madrid, en su campo, en la ida de las semifinales de la Copa del Rey. Un partido ideal para recibir el perdón y volver a tener la confianza de los aficionados y para calmar un poco las voces alarmadas que ya empiezan a pedir la cabeza del entrenador. Ganar en Madrid, al Madrid, siempre resulta orgásmico para todo culé. No es un momento como para tirar cohetes porque hasta el goleador contratado para olvidar a Suárez y a Messi se ha lesionado, y los jóvenes que estaban a tope, también andan tocados.
Seguro que muchos estarán pensando que en el Bernabéu el Barça sufrirá otro revés, pero hay que confiar que el buenazo de Xavi ya sacó el látigo tras el tropiezo en Almería, habló alto y fue contundente. El regaño o la bronca fueron mayúscula, y seguro que el vestuario no había visto al técnico tan furioso. Quizás eso fue lo que le faltó a Xavi tras la eliminación en Mánchester. Pero hizo de Jan Laporta cuando se perdió con el Madrid en la Supercopa de hace un año y entró al vestuario para expresar su orgullo por aquella derrota. En Mánchester, Xavi alabó al equipo pese a ser expulsado por segunda vez consecutiva de Europa. No señor, ahí Xavi bajó la guardia. “El Barça no está solo para competir. Está para ganar”, me dice furioso mi amigo Pep, un veterano atleta de Cambrils que cada mañana sale a ganarle al reloj, y cuenta las veces que Xavi dice la palabra “competir” en ruedas de prensa. Pues eso, quién dijo miedo al Bernabéu. A recargar para disparar de nuevo.