Antoine Griezmann vuelve a ser la principal amenaza contra el FC Barcelona en el partido de Liga que se jugará este domingo en el Metropolitano. El Principito, Joao Félix y Morata pueden ser un tridente de ataque más temible del que alineará Xavi contra el Atlético de Madrid. Sin la presencia de Robert Lewandowski, tras confirmarse sus tres absurdos partidos de sanción --debió quedar todo en uno solamente--, el técnico azulgrana seguramente apostará por Raphinha, Ansu Fati y Raphinha en la delantera. 

Tras unos meses con un rendimiento intermitente como falso extremo izquierdo, Xavi considera que Ansu puede ser la alternativa idónea para Lewandowski en la posición de nueve. De hecho, el joven bisauguineano jugaba de punta en las categorías inferiores del Barça y lleva el gol en la sangre. Pero todavía está muy lejos de hacer honores para merecer el 10 heredado de Leo Messi

Otro jugador que vivió eclipsado por Leo Messi en el Barça fue Griezmann. El crack francés, que ha sufrido una severa devaluación en el mercado de valores según Transfermarkt --estaba tasado en 150 millones en 2018, tras ganar la Copa del Mundo con Francia, y ahora cuesta 25 millones a sus 31 años-- vuelve a ser una estrella internacional. Su etapa en el Barça no fue positiva para el genio francés, pero ahora es la principal amenaza para el equipo de Xavi. Ha resurgido de sus cenizas tras firmar un Mundial excepcional con Francia

La adaptación de Griezmann al Barça fue muy complicada porque Messi no quiso facilitarla. El astro argentino, orgulloso como pocos, trató de ocultar su rencor por el Principito tras el documental La Decisión --se sintió traicionado cuando estaba todo hecho para firmar por el Barça en 2018 y reculó a última hora-- y, empeñado como estaba en el fichaje de Neymar, no recibió a Griezmann en el Barça con los brazos abiertos. Más bien, todo lo contrario. 

Messi y Griezmann abrazándose tras el gol contra el Granada / FC Barcelona

Messi y Griezmann abrazándose tras el gol contra el Granada / FC Barcelona

Messi y Griezmann abrazándose tras el gol contra el Granada / FC Barcelona

El líder galo pasó un vía crucis en el Camp Nou, dónde solamente ganó una Copa del Rey a las órdenes de Koeman, y vivió una ristra de desdichas generales que le hicieron mella: el despido de Valverde, la llegada de Setién, la pandemia, el 2-8 contra el Bayern, la dimisión de Bartomeu y la llegada de Laporta, que lo quiso utilizar para hacer caja en una operación que salió muy mal a los actuales dirigentes: la venta de Griezmann por solo 20 millones al Atlético ocasionará unas pérdidas al club de 28 millones de euros. El Barça ha malvendido a un crack y Gil Marín, con sus poco éticas estrategias de presión, ha salido ganando. 

Las hostilidades iniciales de Messi y sus dificultades para actuar como extremo puro siendo un jugador muy distinto, lastraron la etapa de Griezmann en el Barça. Pero este 2022, en el Mundial de Qatar, Griezmann ha demostrado que sigue siendo un Top mundial. Didier Deschamps lo redescubrió como mediapunta/interior, haciendo de enganche en Francia con los delanteros galos, y se coronó como uno de los mejores jugadores del torneo. 

Simeone ha tomado nota de ello, y ahora tiene claro que Griezmann, Morata y Joao Félix pueden jugar juntos. En el primer partido de Liga tras el parón mundialista, el francés brilló como generador de juego, repartiendo una asistencia de gol al crack portugués y otra al delantero madrileño. No se pudo vengar de Messi en la final del Mundial. ¿Se vengará del Barça este domingo? Cuidado, Griezmann vuelve a ser una estrella.