El Barça sigue atormentado por culpa del Fair Play Financiero. Obligado a rebajar su masa salarial, el club tiene un problema considerable porque está obligado a dar salida a algunos futbolistas. De momento, algunas operaciones, como la mejora de Araujo, siguen bloqueadas y Mateu Alemany, director de fútbol, se prepara para un mercado de invierno complicado.
La retirada de Piqué ha tenido un impacto económico exiguo. Apenas ha liberado cinco millones de euros. De momento, el Barça tiene constancia del interés de varios clubes por fichar a Kessié. El discurso oficial es que el centrocampista de Costa de Marfil no está en venta, una buena estrategia para no devaluar su precio.
Kessié llegó al Barça con la carta de libertad. Es un centrocampista muy físico, con mucho recorrido, mucho más fiable como interior que como mediocentro, pero tiene muchos problemas para asimilar los automatismos del equipo de Xavi. El problema es que el Barça tendría que fichar a otro futbolista porque no va sobrado de centrocampistas.
Mateu Alemany, director de fútbol, también espera noticias de Memphis. El delantero internacional es un hueso duro de roer. El club ya le concedió la carta de libertad en verano y tuvo un acuerdo verbal con la Juventus. Finalmente reculó, exigiendo más dinero a los turineses, y el Barça priorizó la venta de Aubameyang al Chelsea.
Memphis gana unos 10 millones de euros en el Barça y quiere mantener o mejorar su salario si se va a otro club. Su elevado sueldo complica su posible fichaje por la Juventus y en el Camp Nou esperan más ofertas tras el Mundial. La salida de Memphis es prioritaria para, después, poder fichar al lateral derecho deseado.
El Barça, condicionado por su precaria situación económica, no tiene margen de error en los fichajes. Urge un lateral derecho y también un mediocentro. Xavi también quiere un central zurdo, un interior y un delantero si se va Memphis. Los deseos del técnico, sin embargo, chocan con la realidad del club, que deberá priorizar sus inversiones. Y las discrepancias entre Xavi y Mateu Alemany son evidentes, por ejemplo, en la elección del relevo de Busquets. Mal asunto.