Otra cosa tal vez no, pero Laporta siempre va de cara, siempre habla claro y siempre sabes cuando dice la verdad. Tiene el don de la palabra y se nota cuando es transparente. En cambio, se muestra dubitativo cuando intenta ocultar según qué cosas. Es como una máquina de la verdad, un polígrafo.
La situación del club es muy crítica y todos hubiéramos querido la continuidad de un Messi al que tenía convencido.
Así que Laporta no nos engañó, tenía el OK de Messi pero ante la crítica situación del club y tocaba tomar decisiones drásticas como la de prescindir de él. El Barça está por encima de todo y por raro que suene Jan ha sido responsable con la situación.
No todo el mundo es capaz de asumir esta responsabilidad, la de presidir el club en el peor momento económico de su historia y con una pandemia por medio. Seguro que lo hubiera podido hacer mejor en este mercado estival pero tampoco se le deben restar méritos a su gestión.
Dejémosles que trabajen porque en medio de tantas tinieblas, en la entrevista que concedió en TV3 el pasado lunes, también encontramos un rayo de luz en su discurso. Se espera que el curso que viene el Barça pueda tener un 'mercato' más o menos normal... No ha prometido nada pero dijo que lo intentará y cuando fue preguntado por Haaland, Laporta sonrió. Una sonrisa que vale más que mil palabras.