Los dorsales fijos y los nombres en las camisetas de los futbolistas llegaron a España en la temporada 1995-96. Desde entonces, todo jugador profesional tiene el mismo número para toda la campaña y luce una palabra que lo identifica, ya sea el nombre de pila, el apellido u otra fórmula. Pero en un deporte-negocio como el fútbol, hasta estos detalles se ciñen al dinero. ¡Incluso esto evoluciona!
Una de las últimas novedades al respecto llegó en la temporada 2017-18: la elección de una tipografía única para las serigrafías de los nombres y números de las camisetas de todos los equipos de la Liga. Es un identificador de la competición y, también, un tiro seguro para las televisiones, que evitan así problemas pasados de legibilidad. Pero el dinero da una vuelta de tuerca a todo ello y ya es capaz de bautizar a los cracks a su antojo.
El Barça ha hecho un notable esfuerzo para fichar a la gran promesa holandesa De Jong. El presidente azulgrana, Josep Maria Bartomeu, ha convencido en persona al centrocampista. El club catalán pagará al Ajax por él 75 millones fijos, y otros 11 millones pueden volar si el futbolista cumple ciertos objetivos en el Camp Nou.
Lo que no sabía nadie es que De Jong no se llama De Jong. O podría no llamarse así. Nike, su patrocinador (y el del Barcelona), le sugiere que en la Liga use su nombre de pila, Frenkie, por cuestiones de merchandising. ¡Hasta este extremo llega don Dinero!
Cuestión aparte es el lío con los dorsales, porque Frenkie se pide el 21, el de Carles Aleñá, pero ya habrá tiempo para analizar esta situación. Sin olvidar que todo este batiburrillo alfanumérico quedará estampado en la polémica camiseta-mantel-tablero de ajedrez que vestirá el Barça la próxima temporada. Un cóctel explosivo.
La cosa va de camisetas. Y de nombres. El Barça anunció a bombo y platillo que sus futbolistas lucirían su nombre en chino en el clásico de Copa del Rey del Camp Nou (1-1) con motivo del Año del Cerdo. Pero la Real Federación Española de Fútbol no lo permitió.
Como escribí en un artículo anterior, el Barcelona va en busca de un crack chino. El mercado asiático es una prioridad para seguir creciendo y los dirigentes azulgranas no esconden sus intenciones. Quien lleva ventaja en este asunto es el Espanyol, que sí ha fichado a un crack chino, Wu Lei, cuyo debut siguieron 40 millones de personas en su país.
Próxima parada de Messi y compañía: China y Japón, este mismo verano.