En los últimos días se ha podido leer en alguna que otra cabecera deportiva que en el Barça había dudas sobre si era más conveniente fichar a Adrien Rabiot o a Frenkie de Jong para reforzar el centro del campo.
El fichaje del francés parece más propicio desde el punto de vista práctico. Rabiot, de 23 años, tiene más experiencia en la élite y su contratación saldría mucho mejor de precio porque vendría con la carta de libertad bajo el brazo.
El coste que Rabiot le supondría al Barça vendría a ser una prima de fichaje de 10 millones de euros y un salario que, en bruto, podría significar algo más de 15 millones anuales. Ello, siempre y cuando consienta su madre, Veronique.
La progenitora del jugador es la encargada de llevar las negociaciones de un futbolista díscolo, cuyo carácter altivo parece el principal temor que despierta a la dirección deportiva del Barça. No será fácil domarlo.
Así juega Adrien Rabiot / YOUTUBE
Algo más dócil parece Frenkie de Jong, la joya del mercado por la que se pelea media Europa. El holandés, de 21 años, parece estar decidido a vestir de blaugrana y así lo anhelan en el club, donde lo ven más importante que su compañero De Ligt.
El principal escollo para fichar a De Jong es el contrario que con Rabiot: el dinero. La subasta se ha disparado desde el pasado verano, cuando el Barça presentó una oferta de 40 millones de euros. Ahora ya vamos por 75 millones. Y subiendo.
A nivel deportivo, y personal, en el Barça creen que la adaptación del futbolista del Ajax puede ser más sencilla que la del crack del PSG. Pero por encima de todo, hay una cosa clara: no son rivales directos. Son compatibles.
El Barça, como también hace el Madrid, debe rejuvenecer una plantilla de estrellas víctima del paso del tiempo. Y tanto De Jong como Rabiot cumplen con los requisitos: un magnífico talento, juventud y estilo Barça.
Así juega Frenkie de Jong, al que algunos llaman el 'heredero de Cruyff' / YOUTUBE
Aunque alguien se empeñe en enfrentarlos, están destinados a jugar juntos en el centro del campo azulgrana si todo va bien. Rabiot encarna un perfil mucho más similar al de Rakitic, físico y ofensivo. Le falta algo de discplina. Su misión en el Barça sería competir con Arturo Vidal, Aleñá –sobre todo en un par de años– y, en menor medida, Arthur.
De Jong, en cambio, es a todos los efectos el jugador llamado a asumir el rol de Sergio Busquets en el futuro. Un futbolista posicional y de maravillosa técnica que controla el juego desde atrás. Juega y hace jugar.
Hay que confiar en que la dirección deportiva del club, comandada por Pep Segura, hará su trabajo y renovará el centro del campo de forma satisfactoria.
Lo de Busquets, Xavi e Iniesta es irrepetible. Queda para los anales de la historia del fútbol. Pero la combinación De Jong, Arthur, Rabiot puede dar sus frutos. Y, por detrás, canteranos como Oriol Busquets, Aleñá y Riqui Puig deben empujar fuerte y plantar una competencia feroz.