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El madridismo expulsó toda la rabia que llevaba acumulada contra Lamine Yamal tras la primera victoria en los últimos cinco clásicos disputados (2-1). La joya de Rocafonda había marcado tres goles y entregado dos asistencias en los cuatro triunfos de la temporada 2024-25. La tensión alcanzó la cota máxima a raíz de unas declaraciones del canterano azulgrana en los días previos al encuentro.

"Sí, roban a los..., o sea, se quejan... hacen cosas que...", dijo el delantero de 18 años en una tertulia de la Kings League. Las declaraciones se sacaron de contexto y los propios jugadores del Real Madrid, encabezados por el capitán, Dani Carvajal, fueron los primeros en increparlo por sus palabras, tras el pitido final. Respecto a la parroquia merengue, guardaban miles de facturas, y se las pasaron todas al jovencísimo extremo tras el partido.

Se acuerdan de Mounir

En los aledaños del Santiago Bernabéu, la euforia de la afición degeneró rápidamente en faltas de respeto hacia su rival con gritos de "puta Barça". Numerosos fanáticos mandaron recados tanto a Lamine como a su padre Mounir Nasraoui, que había calentado el clásico con uno de sus típicos directos de cocina en Instagram. "Yo me los cocino aquí y mi hijo se los cocina allí", aseguró. El progenitor del buque insignia barcelonista ya había incendiado la pasada final de la Supercopa con unas declaraciones similares recogidas por Culemanía en Instagram: "El domingo nos vamos a cocinar a alguien".

Las mofas de madridistas pletóricos no se hicieron esperar. "Tu padre se ha quedado sin gas, ya no podrá cocinar", se mofaba un aficionado en los micrófonos de El Chiringuito de Jugones. Otros le recriminaban: "Lamine, cuando seas padre, comerás huevos". 

Las declaraciones pasan factura

Tampoco faltaron los que se vengaron del barcelonismo y sus mofas contra Vinicius Jr por el segundo puesto en el Balón de Oro. "Lamine, balón de playa", clamaba el madridismo. El 10 del Barça cuajó su actuación más discreta de los últimos clásicos, y la hinchada merengue le echó en cara las habladurías fuera del campo: "Se habla en el campo Lamine. Lamine, habla ahora".

La estrella precoz de Mataró también había popularizado una celebración que consistía en simular que se colocaba una corona sobre la cabeza. Más gasolina para un madridismo hastiado de su superioridad en la temporada 2024-25. El Real Madrid no ha dejado pasar la primera oportunidad de regodearse. "Lamine se iba a poner la corona. ¿Dónde se la va a poner ahora?", pregunta un aficionado que se echa a reír.

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