El suyo fue un fichaje muy celebrado en el Barça, que buscaba un delantero joven y con mucho gol. Vitor Roque debía ser el relevo de Robert Lewandowski y el club pagó 30 millones de euros fijos y 31 en variables al Athletico Paranaense, comisiones aparte, por su contratación. Pronto, sin embargo, Xavi Hernández descubrió que estaba "verde".
Vitor Roque fue el eterno suplente de Xavi. Es un jugador solvente con espacios, pero técnicamente es limitado y tiene muchas dificultades para asociarse con sus compañeros. Con Hansi Flick, el problema persiste. El técnico alemán prefiere a Pau Víctor, un delantero de Sant Cugat de 22 años que la pasada temporada fue el máximo goleador del Barça B.
En la rampa de salida
El gran problema del Barça con Vitor Roque es que no ha recibido ninguna oferta de su agrado. Solo la Lazio estaba dispuesto a pagar 20 millones de euros por el 50% de sus derechos. Por eso, el club busca una cesión, con el objetivo de que se revalorice.
En el Gamper, Roque ni siquiera fue convocado. Alega a una supuesta gripe para no acudir a los entrenamientos, mientras club, agente y jugador buscan resolver su futuro en la capital catalana.