Pasan los años y hay cosas que nunca cambian. Hay jugadas indefendibles. Incluso en la otra parte del mundo. Leo Messi y Jordi Alba protagonizaron en la Major League Soccer (MLS), en la madrugada de este lunes, una jugada espectacular que está dando la vuelta al mundo. Además, remató la ocasión el crack argentino al primer toque en el tiempo de añadido. En el descuento, el Inter Miami empató frente a Los Angeles Galaxy de Riqui Puig (1-1).
El partido se disputó en tierras californianas y los de Gerardo 'el Tata' Martino consiguieron salvar un punto cuando los angelinos pedían la hora. Y es que los años pasan, pero la calidad no se pierde. De las botas del lateral de Hospitalet de Llobregat y del astro rosarino nació una jugada de ensueño, en la que ninguno de los futbolistas tocó el balón más de dos veces consecutivas. Los exazulgranas dejaron enmudecido el Dignity Health Sports Park.
Nostalgia en 'can Barça'
Los defensas del LA Galaxy no pudieron hacer nada para detener la obra maestra. Los aficionados culés, que tanto echan de menos la creatividad y calidad en el último tercio en su equipo, se llevarán las manos a la cabeza tras ver la combinación de Alba y Messi, que continúan siendo decisivos en el Inter Miami.
Esta conexión fue muy fructífera en el FC Barcelona. Cuando Leo Messi levantaba la cabeza en el Camp Nou, la primera persona a la que miraba era Jordi Alba. La estrella argentina enviaba un pase directo al velocista, que llegaba en carrera hasta el lateral del área. Automáticamente, la estrella nacida en Rosario corría hacia la medialuna. El rival no tenía respuesta para una estrategia de un par de toques, la asistencia y el remate. Una pared indefendible.
La química no se pierde
Esta jugada, sobre todo, se asentó bajo las órdenes de Ernesto Valverde en el banquillo del Barça. El Txingurri elaboró un conjunto rocoso, con futbolistas que superaban los treinta años de edad, pero que dominaba las áreas gracias a, principalmente, dos estrellas: el mismo Messi y Ter Stegen. Uno de los argumentos principales en ataque era la combinación de Alba con La Pulga. Esta conexión salvó innumerables veces al primer equipo azulgrana en la última década. Ahora lo hace en América.
En el Inter Miami las vacas sagradas de aquel equipo se han vuelto a reunir. En Estados Unidos están dando los últimos pasos de sus respectivas carreras. En la primera jornada de la MLS se cruzaron con Riqui Puig, que erró un penalti. Parte de la afición del Barça era partidaria a pasar de página para comenzar un nuevo proyecto. Aún así, ver la magia de Leo Messi con otra camiseta sigue doliendo. Más aún en la situación actual de la entidad.