A todos los barcelonistas les sorprendió el hecho de que Lamine Yamal, pese a estar lesionado de forma certificada por los médicos del FC Barcelona, fuese obligado por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) a viajar hasta Las Rozas para ser evaluado por los galenos de la Selección. No hay duda de que el entrenador, Luis De la Fuente, le ha atado en corto y quiere contar con él siempre. A pesar, paradójicamente, de que no pueda jugar. Y de que tan sólo tenga 16 años...

Un viaje innecesario a Madrid

Repasemos los hechos. Lamine fue sustituido el domingo por unas molestias en el psoas. El Barça emitió un comunicado informando sobre la contractura. Unos 5-10 días de baja, pendiente de evolución. Lo lógico hubiera sido que la Selección hubiera liberado al atacante del Barça. O, por lo menos, que no le hubieran hecho pasar el mal trago de ir al aeropuerto cojeando y encontrarse con la prensa.

En vez de ello, se podría haber mandado a un médico de la RFEF a Barcelona. Lo que sucedió fue innecesario, si bien es cierto que la FIFA ampara y permite que las federaciones puedan realizar un segundo informe. Sea como sea, la realidad es que Luis De la Fuente y la RFEF quieren atar en corto a Lamine Yamal.

Lo primero debería ser Lamine

Aunque ello suponga mermar las condiciones del chaval, al que se le compara con Messi, a sabiendas de los riesgos que ello comporta psicológicamente para un chico de 16 años. Además, en la Federación lo quieren cuanto antes para poder asegurarse de que no lo convoque la selección de Marruecos.

Lamine Yamal, durante un calentamiento con el FC Barcelona esta temporada EFE

Da igual que la federación marroquí haya dicho ya que no lo va a convocar a través de un comunicado, y que el jugador haya dejado claro que se siente español y jugará aquí. Por si acaso, en Las Rozas siguen marcando terreno. Independientemente del contratiempo, mental o físico, que ello pueda suponer para el joven futbolista.

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