En los tres partidos oficiales disputados hasta la fecha, el FC Barcelona ha utilizado tres equipaciones diferentes. En Getafe, los de Xavi vistieron con la camiseta alternativa, amarilla con las cuatro barras de la bandera catalana en el pecho. Ante el Cádiz, en el estreno en Montjuïc, se usó la azulgrana, y el domingo pasado, contra el Villarreal, sorprendentemente, los culés aparecieron de blanco, la segunda elástica de esta temporada.
Y aún queda más, el próximo siete de septiembre, salvo cambio de última hora, el Barça presentará la tercera equipación, azul celeste con detalles azulgrana en las mangas, en la que será la camiseta visitante para la Champions League. Lejos quedan ya aquellos tiempos en los que solo había dos equipaciones, y la segunda solo se utilizaba de visitante y en caso de que se pareciera a la local del rival.
El acuerdo comercial con Nike
Esto tiene una explicación muy sencilla, según fuentes, el FC Barcelona tiene un acuerdo comercial con Nike, la marca que le viste, mediante el cual debe usar cada equipación en un determinado número de partidos, por un tema de marketing. Por ello, cada vez es menos habitual ver al equipo vestido de azulgrana lejos de la Ciudad Condal.
No hay cifras oficiales exactas sobre cuánto gana cada año el club azulgrana con la venta de camisetas. Esta es información confidencial y forma parte del contrato entre el Barça y Nike. Sin embargo, las estimaciones aproximadas suponen que los ingresos por este concepto podrían rondar los 45-50 millones de euros al año.
De un sentimiento a un negocio
La camiseta del Barça hace ya mucho tiempo que ha dejado de ser un sentimiento para convertirse en un negocio. Más que un reproche al club, que debe subsistir para competir con los mejores, es un reproche a este nuevo fútbol, donde el corazón es secundario cuando hay una cartera llena.
En el caso del Barça, por un tema similar, ha habido extravagantes camisetas locales que han enfadado a los aficionados, pero, con la llegada de Joan Laporta se ha vuelto al azulgrana más tradicional. Sin embargo, uno de los emblemas más potentes de la marca, que son los colores, es cada vez más complicado lucirlo por las ciudades de España y Europa.
¿Cuánto hace que no se ve el azulgrana en Europa?
La temporada pasada, en los 19 partidos que el Barça jugó a domicilio en Liga, solo vistió de azulgrana en dos ocasiones. Curiosamente, en dos derrotas: Real Madrid en el Bernabéu y Rayo Vallecano en Vallecas. En Copa del Rey, otra vez ante los blancos fue la única vez que los culés se enfundaron la camiseta local. Algo que no ocurría desde febrero de 2021, frente al Sevilla.
Y en Europa... El último encuentro en el que el Barça se vistió de azulgrana lejos del Camp Nou fue en el famoso 2-8 contra el Bayern de Múnich en agosto de 2020 en Lisboa. Un terreno que se disputó en terreno neutral, y a puerta cerrada. Para encontrar el último partido a domicilio como tal que cumpla estos requisitos debemos remontarnos al 3 de octubre de 2018, en la victoria por 2-4 ante el Tottenham Hotspur en White Hart Lane.
El sinsentido de la camiseta blanca ante el Villarreal
La polémica que nos trae hoy a hablar del criterio del Barça para vestir según que equipación en según que partido viene a raíz del encuentro del pasado domingo en el Estadio de la Cerámica ante el Villarreal. El conjunto azulgrana decidió que era una maravillosa idea confundir a los telespectadores vistiendo de blanco frente a un equipo con la camiseta amarilla.
Si el error ocurre una vez, se acepta. Sin embargo, en el mismo encuentro, pero de la temporada anterior, ocurrió algo similar, pues el Barça usó su elástica gris, que también confundió a los espectadores. El azulgrana, en este caso, hubiese sido el contraste perfecto. Pero, como dirían en Cataluña: "la pela, es la pela".