Fiesta total en el Palau Blaugrana. El Barça de basket defendió nuevamente su feudo ante el Real Madrid y consiguieron la segunda victoria (86-85) de la final ACB. Fue un triunfo bastante sufrido, debido a que los merengues estuvieron cerca de firmar una remontada que habría sido dolorosa. Pero la aparición de Nikola Mirotic con 25 puntos --y la gran primera mitad de Vesely-- fueron la clave para que el conjunto de Sarunas Jasikevicius esté a un solo partido de festejar el título nacional.
Vesely se desata
A diferencia del primer partido de la final, el Barça de basket consiguió comenzar con buenas sensaciones. El trabajo colectivo para anular a Tavares surtió efecto en el cuarto inicial. Aunque Hezonja, exjugador azulgrana, apareció para tomar las riendas de su equipo y comenzó a cambiar la dinámica a partir de su presición en el tiro exterior. Fue la figura clave para que el Real Madrid se mantuviera cerca (20-19) de los culés.
El segundo cuarto fue un tanto complicado para los de Jasikevicius. Los merengues lograron ponerse adelante en varios minutos, hasta que el técnico azulgrana hizo algunos ajustes en defensa. La situación fue mejorando poco a poco, siendo una de las causas la brutal aportación de un Jan Vesely que estaba totalmente desatado. El checo lideró en puntos hasta el descanso --15 en total--, permitiendo que el Barça se fuera con la ventaja (45-41) a su favor.
Tensión hasta el final
Como era de esperarse, el Real Madrid no iba a otorgar demasiadas facilidades en el compromiso. En el tercer cuarto castigaron mucho las faltas del equipo culé, por lo que consiguieron recortar un poco la diferencia. El Barça respondió a cada punto del rival con una gran precisión desde el triple. Básicamente fue un intercambio de golpes que dejaba el partido a una tensa resolución (68-65) en el tramo final.
El panorama cambió de forma radical en el último cuarto. Empezaron a darse errores no forzados entre los jugadores azulgranas, como fue el caso de Jokubaitis y Mirotic, lo que terminó por dar vida a un Real Madrid que no estaba perdonando esas facilidades. El Barça empezó a ceder mucho terreno, entre las mencionadas equivocaciones y la baja precisión en ataque. Un tramo de partido bastante crítico para los dirigidos por Jasikevicius.
Sin embargo, la reacción del Barça llegó justo a tiempo, con un Mirotic que despertó a los suyos con un triple salvador. Posteriormente le fue seguido por los cuatro puntos de Laprovíttola y el disparo exterior de Sanli. Varios puntos que cambiaron la situación y que dejaba todo a una última jugada de los merengues. Llull trató de salvar al Madrid con un tiro final, pero no tuvo el acierto. Su error supuso la euforia total del Palau Blaugrana, debido a que deja el título ACB a un solo partido.