Las redes sociales arden en las últimas horas por la probabilidad escasa, pero creciente, de un regreso de Neymar Jr al FC Barcelona. La utopía nostálgica de Leo Messi y la estrella de la canarinha en el Camp Nou solo la tienen al alcance los más soñadores. Los cantos de sirena sí que avisan de un presumible reencuentro del astro argentino con el Barça. Sin embargo, solo la locura colectiva infla el desembarco de Ney en la capital catalana, dado el desencanto de la directiva del PSG con el extremo.
En términos económicos la locura se queda corta para definir un fichaje venidero de Neymar por el Barça. El club azulgrana ya tendrá que ingeniar las mejores artes económicas en pro de volver a ver a Messi en el Camp Nou. No hay cabida en el escaso margen de Fair Play Financiero del Barça para una operación multimillonaria con el protagonismo de Neymar.
Pretensiones fuera del mercado
Tras acogerse a una cláusula de su contrato con el PSG, el crack brasileño renovó automáticamente en verano de 2022, hasta 2027. No hay mayor muestra de la comodidad del atacante de 31 años en la abundancia que su decisión unilateral de prolongar su vinculación.
Por lo tanto, en un hipotético escenario de actitud más receptiva del club francés, Neymar defendería estoicamente su cuantioso salario. En consecuencia, se antoja un verano complicado en la capital gala. El equipo que aún dirige Christophe Galtier quiere encontrarle acomodo en el próximo mercado veraniego, y prácticamente ningún club podrá complacer las demandas salariales de Ney. Con tal de quitarse de encima un lastre salarial, el PSG se plantearía seriamente una salida en forma de cesión.
Las vacaciones perpetuas de Neymar en París
La nostalgia es un arma de doble filo. Millones de culés evocan un pasado alejado de la realidad actual. La estrella en ciernes del FC Barcelona con el dorsal 11 entre 2013 y 2017 no regresará a su versión del pasado. Las lesiones y la intermitencia han diluido a un jugador que antaño aspiraba a suceder a Messi y Cristiano Ronaldo.
El pasado mes de marzo, un esguince en los ligamentos del tobillo derecho dejó en el dique seco a Neymar. Y así cada temporada, desde su aterrizaje en París en 2017. Durante sus cuatro años en Barcelona, todos los cursos superó los 40 partidos jugados.
En el Parque de los Príncipes, a duras penas ha rebasado los 30 encuentros en dos temporadas. A lo largo de su carrera deportiva, ha participado en más encuentros en cuatro años con el Barça, 186, que en los seis en el PSG, 173. Más cerca del declive que de una explosión futbolística, la llama de Neymar se apagó con la decepcionante eliminación de Brasil en el Mundial de Qatar.