El FC Barcelona se llevó la victoria en el clásico y ya se encuentra 12 puntos por encima del Real Madrid en la clasificación de Liga. El duelo ante los blancos, sin embargo, lastró físicamente al Barça. Ronald Araujo y Frenkie de Jong se lesionaron y no viajarán con sus respectivas selecciones durante el parón FIFA.
Paralelamente, en las últimas horas han trascendido unas imágenes del pie de Robert Lewandowski tras el partido: con el calcetín visiblemente ensangrentado, algo lógico después del tremendo pisotón que le propinó Ceballos sin el balón en juego. Llama la atención que gran parte del madridismo se queje altivamente del empujón de Gavi a Ceballos en la jugada posterior, que acabó con el centrocampista merengue exagerando y fingiendo una caída al piso.
El pisotón que pudo lesionar a Lewy
En cambio, nada dicen de la acción previa, en la que Ceballos pisa claramente a Lewandowski y le obliga a acabar con el pie ensangrentado. Podría haber sido peor para el polaco, aunque por suerte no acabó lesionado y, en caso de molestia, tendrá tiempo durante este parón FIFA para recuperarse de cara a la próxima jornada.
El club azulgrana no ha facilitado información médica al respecto del estado del pie de Lewandowski, lo que hace pensar en clave optimista. El percance se apreció en las imágenes de la celebración del Barça en el vestuario, cuando los jugadores, descalzos, posaron para una fotografía de grupo y un vídeo.
El doble rasero de los merengues
Si los merengues reclaman como tarjeta roja el empujón de Gavi, por tanto, los culés bien podrían reclamar la misma pena para Ceballos por su pisotón a Lewandowski. Polémicas aparte, la realidad es que el arbitraje no influyó en el triunfo con remontada incluida del FC Barcelona sobre el Real Madrid en el Camp Nou.
La acción de Marco Asensio está bien anulada por fuera de juego, aunque fuese una cuestión milimétrica. Las quejas madridistas, en este sentido, tienen más que ver con la impotencia y el hecho de ver al eterno rival a una distancia más que considerable en Liga. Prácticamente inalcanzable.