El próximo 31 de diciembre se jugará una nueva edición del derbi de Cataluña. El FC Barcelona busca cerrar el año con una victoria que le permita seguir manteniéndose en la punta de la Liga. Si bien se trata de un partido con un condimento muy especial, lo cierto es que ahora no contará con la presencia de Gerard Piqué, que durante 14 años elevó la competitividad contra el RCD Espanyol por los diferentes altercados que se vivieron en dichos encuentros.
La retirada del ex central azulgrana no solo supone una baja en la parcela defensiva, sino también en términos competitivos. Piqué fue la máxima representación del Barça cada uno de esos derbis, en donde dejó momentos icónicos y tensos a partes iguales. En su ciclo con el club se creó rivalidad mucho más grandes ante el equipo perico, por lo que ahora existe una enorme curiosidad por saber si alguno de los actuales jugadores del conjunto de Xavi Hernández dará ese salto como el sucesor del catalán.
El dominio de Piqué sobre el Espanyol
La primera vez que el zaguero y el Espanyol se vieron las caras fue en la temporada 2008-09, cuando el canterano regresó al Barça como uno de los grandes fichajes del primer año de Pep Guardiola como entrenador culé. Durante ese año, el central y sus compañeros celebraron un gol con la afición azulgrana, después de que los Boixos Nois lanzaran bengalas al sector de los hinchas pericos. A partir de allí se dio a pie una dura rivalidad entre las dos partes.
Pero la realidad es que Piqué demostraba su talento en la mayoría de esos partidos. Y así lo avalan las estadísticas. En su etapa con el FC Barcelona consiguió 18 victorias, seis empates y solo perdió en dos oportunidades. Además, en los derbis sacaba su mejor faceta en términos ofensivos, debido a que llegó a anotar hasta seis tantos en los 29 partidos que se disputaron, convirtiendo así al Espanyol en la víctima favorita del mítico futbolista catalán.
Los antecedentes más conflictivos
Durante muchos años se dieron situaciones de máxima tensión, en donde en la mayoría de ocasiones era Piqué el principal protagonista. Una de las más destacadas fue cuando en el 2009, el central expresó sin ningún tipo de temor que “el Espanyol hace dos años hizo perder una Liga al Barça empatando en el Camp Nou y estaban muy contentos celebrando los goles. Si bajan a Segunda, me dará absolutamente igual".
Esos momentos fueron caldeando cada vez la relación entre el defensa central del FC Barcelona y el RCD Espanyol. A partir del 2014 crecieron esos roces, a un punto en el que los aficionados pericos comenzaron a insultar a Shakira y a Milan (hijo de Piqué). Dichos cánticos e insultos no pasaron desapercibidos para el jugador culé, que en una zona mixta declaró que “si son una maravillosa minoría, espero que llenen el campo”.
Su último derbi no pudo ser más representativo. Durante el agónico empate del Barça (2-2) en el RCD Stadium, el defensor tuvo una ridícula enganchada con Nico Melamed, uno de los canteranos del conjunto perico. Esa situación provocó que el árbitro del partido expulsara a Piqué y dejara al equipo en un contexto desfavorable, aunque ese tipo de casos son los que mejor reflejan lo que fue el barcelonés sobre los terrenos de juego, en especial contra el Espanyol.