Si hay algo que une a todas las naciones en torno al deporte es la celebración de un Mundial de fútbol. Una cita que se da cada cuatro años y que este año se celebra en Qatar. Sin embargo, la elección del país por parte de la organización ha sido objeto de controversias, especialmente porque debido a las condiciones meteorológicas de la zona, exigía realizar una modificación del calendario moviendo la cita, tradicionalmente celebrada durante los meses de verano, a noviembre.
Una decisión que no terminó de gustar a las principales ligas --especialmente en Europa--, ya que suponía realizar un parón en las diferentes competiciones nacionales, así como continentales. Otra de las razones por las que este Mundial ha levantado ampollas está directamente relacionada con el Estado catarí y las constantes violaciones de los derechos humanos de la península del Golfo Pérsico, especialmente flagrantes hacia los colectivos LGTBIQ+, mujeres y migrantes.
Qatar 2022, el Mundial de la polémica
A pesar de los esfuerzos por mostrar una imagen distinta, la realidad es que Qatar es un estado con una monarquía absoluta regido por la ley islámica, con leyes que castigan con cárcel las relaciones entre personas del mismo sexo y las extramatrimoniales, por poner algunos ejemplos.
Asimismo, la construcción de infraestructuras también ha sido objeto de escrutinio, pues aunque el propio gobierno catarí reconoce decenas de obreros migrantes fallecidos, las embajadas de países como India, Nepal, Sri Lanka, Bangladesh y Pakistán, junto a Amnistía Internacional, denuncian las deplorables condiciones laborales y el ascenso del número de víctimas hasta los 6.500.
Y es que la chispa que ha sido el principal detonante ha sido la publicación de las normas de comportamiento y restricciones durante la competición denominada por muchos como “El Mundial de la verguënza”, entre las que destacan no dar nuestras de afecto en lugares públicos, o las recomendaciones a los códigos de vestimenta que, si bien no prohíben prendas a los turistas, puntualizan que estas no deben ser escotadas.
Celebridades en contra del Mundial
Y es que las protestas y reivindicaciones para denunciar la falta de libertades en Qatar no han dejado de sucederse: Celebridades españolas e internacionales de la talla del streamer Ibai Llanos, los futbolistas Toni Kroos y Thierry Henry --que consideran que la competición debería de erguirse como una plataforma para impulsar los derechos humanos-- o la ex Spice Girl Mel C, se han unido a las protestas de otras grandes figuras de la escena musical como Chanel Terrero, Rod Stewart, Shakira o Dua Lipa, para denunciar la situación rechazando públicamente las invitaciones para asistir o actuar durante la competición.
Un boicot que no solo se queda en las reivindicaciones de diferentes rostros conocidos, sino que también ha generado que marcas, compañías e incluso países se posicionen en contra del Mundial de fútbol: El ejemplo más claro lo encontramos con el anuncio el pasado 3 de octubre, en el que el edil de París confirmaba que no instalaría pantallas gigantes ni fan zones para seguir la competición, sumándose otras ciudades como Lille, Marsella, Burdeos, Estrasburgo y Reims, aludiendo todas ellas motivos éticos.
Decenas de marcas se desvinculan
La marca de cerveza escocesa BrewDog, en un audaz movimiento, se posicionó como “orgullosa anti-patrocinadora”, con un cartel que reza “Primero Rusia, después Qatar. Estamos deseando corea del Norte”. En España, contamos con el ejemplo de Coliflow, marca de pizzas con base de coliflor que, defendiendo los valores de su ADN, también se ha posicionado como “anti-sponsor” del Mundial de Qatar. Su creadora, Alba Sánchez-Vicario, vinculada al deporte desde la cuna, ha declarado que “para mí el deporte debe ser un estandarte de valores fundamentales, como la superación y el respeto, y por supuesto, los derechos humanos”.
Otras marcas, e incluso patrocinadores de las selecciones a lo largo de los últimos meses también han decidido posicionarse en contra o guardar silencio, llegando a sectores tan dispares como la banca --con ING-- ropa y equipamiento deportivo, como Hummel, Besix, BMW, Carrefour, PwC, etc.
Incluso marcas como Adidas, Coca Cola o McDonald’s han afirmado que apoyarán las iniciativas de diversas ONG's que han pedido a la organización, las federaciones y los patrocinadores que actuasen para, al menos, compensar en cierta medida a las familias de trabajadores heridos o muertos. Sin duda, se tratará de un Mundial que marcará un hito en la historia aunque lejos de la competición, centrándose en los dilemas éticos y morales en los que se está viendo envuelta.