Jules Koundé (París, 12 de noviembre de 1998) es el nuevo y flamante fichaje que llega al FC Barcelona para reforzar la defensa, probablemente la posición más mermada en estos últimos años de crisis deportiva en Europa. Su misión, como la de los otros cuatro fichajes, consiste en ayudar al club a salir de una depresión que también ha llevado a la debacle económica. El carisma de Joan Laporta, el talento negociador de Mateu Alemany y los conocimientos técnicos de Xavi Hernández son la clave para reflotar a una entidad en bancarrota que ya lleva invertidos 240 millones en fichajes, entre fijos y variables, desde la llegada del emblemático 6 culé al banquillo. Pero como suele pasar en fútbol, los principales responsables de revitalizar al club serán, al fin y al cabo, los jugadores, cuyo reto es conseguir que la pelotita entre en la portería.
Los números del traspaso
A sus 23 años de edad, Koundé llega al Barça para poner su granito de arena convirtiéndose en uno de los líderes de la defensa. La posibilidad de verlo formar junto a Ronald Araujo hace las delicias de todos los aficionados culés, que comparten el anhelo de conocer más cosas sobre este futbolista casi desconocido hace tres años. Monchi lo rescató de un Girondins de Bordeaux en crisis y lo convirtió en el fichaje más caro de la historia del Sevilla. Tres años y 25 millones de euros después, se ha transformado en la venta más lucrativa de la entidad hispalense. El club andaluz tendrá que pagar otros 10 millones al Girondins por su venta --en total, la inversión por él habrá sido de 35 millones-- y percibirá 50 millones del Barça y otros 10 en variables, la mitad de los cuales son de fácil cumplimiento.
A nivel salarial, el jugador dará un salto temendo en Barcelona. De los escasos 700.000 euros netos que percibía en Sevilla, pasará a cobrar seis millones netos en el club catalán, lo que supone ingresar 8,5 veces más de lo que le pagaba el club de José Castro. Según ha oficializado el Barça este viernes, ha firmado un contrato hasta 2027 con una cláusula de rescisión de 1.000 millones de euros, como Pedri, Ansu, Araujo o Raphinha.
Orígenes complicados
Nacido en la magna capital francesa, Koundé no tuvo una infancia fácil. Cuando tenía solo un año, su madre decidió mudarse a Landiras, un pueblo que se encuentra a 40 minutos de Burdeos, y el ahora futbolista creció separado de su padre. Al parecer, apenas tuvo relación personal con su progenitor hasta los 16 años, cuando descubrió que sus raíces procedían de Benin, un pequeño país de África situado entre Togo y Nigeria.
Tímido y buen estudiante, tuvo un comportamiento muy temperamental de niño. En la escuela de Landiras fue protagonista de algunos conflictos con profesores y, en casa, con su madre. Algunos de estos enfrentamientos también estaban origunados en los malos resultados que tenía su equipo de fútbol del pueblo. Al parecer, perdían todos los partidos y el joven lo pagaba con su madre, a la que llegó a patear en alguna ocasión, según reconoció el propio futbolista. Esto le llevó a pedir ayuda psiquiátrica, que le ayudó a mejorar, especialmente cuando le recomendaron un cambio de equipo que le condujo a crecer como jugador a través de las victorias que tanto le costaban.
Su mejor amigo será rival
Su crecimiento le llevó al club de Burdeos, donde también le costó arrancar. Su extremada timidez jugaba en su contra, pero sus entrenadores le ayudaron a mejorar la comunicación y en cuanto se fue abriendo mejoró también su rendimiento deportivo, lo que le llevó a escalar en el club y obtener el brazalete de capitán. Una vez terminó el bachillerato, dejó los estudios y se centró en el fútbol, convisrtiénose en profesional en el mismo Girondins de Bordeaux.
En el club galo cuajó, además, una de sus mejores amistades. Curiosamente, serán rivales este año en los Barça-Madrid. Se trata de Aurelien Tchouameni, centrocampista muy físico que ha reforzado este verano al Real Madrid previo pago de entre 80 y 100 millones de euros al Mónaco. De tan solo 22 años (nacido en el 2000), es casi como un hermano pequeño para Koundé y este verano se les ha podido ver juntos de vacaciones. También en el Instagram del flamante fichaje culé es habitual encontrar imágenes de su buen amigo desde 2018.
Fanático de Kobe Bryant
Humilde y tranquilo, Koundé es un tipo inteligente tácticamente, capaz de adaptarse a diferentes posiciones en el terreno de juego. Puede jugar de lateral derecho, aunque su especialidad es como central, donde le distingue una buena salida de balón, buen posicionamiento en el campo y una tremenda habilidad para el juego aéreo a pesar de no ser demasiado alto. Mide 1,78 metros de estatura, pero ha anotado siete goles en los dos últimos años.
Fueras de los terrenos de juego también demuestra su inteligencia e interés por la cultura y otros deportes. Queda claro que ha dejado atrás sus problemas de comunicación y lo demuestra con autovídeos como el que grabó para despedirse de la afición del Sevilla, en que manzó un mensaje muy coherente, ordenado, sentido y bien construido en un castellano fluido.
Aparte del fútbol, Koundé es un enamorado del tenis y, sobre todo, del baloncesto. Le apasiona la figura de Kobe Bryant, como él mismo reconoció en declaraciones a los medios oficiales del FC Barcelona. Su emblemática celebración de los goles, emulando a una serpiente, son un homenaje a la Mamba Negra, el apodo que recibía Kobe, tristemente fallecido en un accidente áereo hace tres años.
Entre sus fotos de Instagram tampoco es extraño ver alguna cancha de baloncesto entre otras alusiones al barrio que le vio crecer. Además, mantiene un vínculo muy estrecho con su club de origen, el Girondins, a quien felicitó recientemente por haber mantenido la categoría en la Ligue 2, tras haber estado a punto de sufrir un descenso administrativo. Aficionado a la música, especialmente al rap, y a la moda --son habituales sus cambios de look y agún que otro posado con ropa muy llamativa-- Koundé también es seguidor del cine. Una de las frases que le sirven de inspiración es de uno de sus actores favoritos, Denzel Washington.
La comida también es uno de los placeres de la vida que disfruta Jules. En Sevilla ha hecho un intensivo de gastronomía española y andaluza, aunque sus raíces africanas le han llevado a valorar mucho, al mismo tiempo, la cocina árabe. Uno de sus restaurantes favoritos en la capital andaluza se encuentra en el barrio de la Alameda, una zona muy frecuentada por los jóvenes y mucho más alternativa que la Sevilla clásica, donde Koundé solía escoger el restaurante Al Aljiba para cenar. Allí celebró su último gol con el Sevilla, anotado en la jornada 35 en el campo del Villarreal.