El lío que ha provocado Ferran Torres entre Nike y el Barça

Nadie se dio cuenta. Hasta que las cámaras de retransmisión no captaron a Ferran Torres en primer plano, celebrando el gol que había marcado desde el punto de penalti, nadie se percató de que el de Foios había saltado a disputar la segunda mitad del Barça-Nápoles con una camiseta defectuosa. Sin el escudo del FC Barcelona. Sin el logotipo de Nike. Y con un pequeño terremoto por provocar.

Un cúmulo de despropósitos

La cadena de errores que llevaron a ese hecho inusual ha provocado, según fuentes consultadas en las últimas horas, que Nike abra una investigación interna para esclarecer lo ocurrido. En el Barça tampoco saben exactamente qué pasó para que Ferran Torres vistiese una elástica distinta a la de sus compañeros, que sí contaban con el escudo y el logo habitual en la camiseta.

Cada jugador tiene tres equipaciones en cada encuentro, y sólo la de la segunda mitad de Ferran Torres estaba mal. La entidad siempre pone a disposición de los futbolistas una camiseta para la primera mitad, otra para la segunda y una tercera por si se rompe o se mancha de sangre. El hecho de que las zamarras se doblen por detrás y se coloquen en el banco delante de cada taquilla, antes de jugar, hizo que nadie se fijara en la zona del pecho.

Ferran Torres celebra su gol al Nápoles junto a Pedri y Aubameyang / EFE

Ferran Torres celebra su gol al Nápoles junto a Pedri y Aubameyang / EFE

De esta forma el jugador, que se quitó la camiseta sudada al descanso y se puso una nueva, tampoco se dio cuenta de nada. Los aficionados no se fijaron hasta que el futbolista llevaba ya 14 minutos sobre el terreno de juego, durante la celebración del gol de penalti que marcó ante Meret.

Cabe decir que no ayudó a descubrir el fallo, tampoco, que el diseño de las franjas azulgrana sea con estampado no lineal para la camiseta de Champions League y Europa League, cosa que hace más complicada la detección rápida de errores.

Mal menor para el Barça

El Barça y Nike seguirán investigando para saber qué pasó y, por supuesto, se concentrarán más que nunca en que este tipo de despropósitos no se vuelvan a repetir en futuros compromisos. Cierto es que fue un mal menor, puesto que en ningún momento se infringió la normativa UEFA.

Las leyes sólo obligan a que en la camiseta quede bien claro el nombre y el dorsal de cada jugador, sin detallar nada sobre que haya o no escudo y logo. Una anécdota más, en definitiva, que no tardará en ser olvidada.