Leo Messi, según declaró él mismo en su presentación oficial, tiene varios amigos en la plantilla del PSG. Neymar Jr. por encima de todos. La presencia del brasileño y de compatriotas como Ángel Di María y Leandro Paredes ha ayudado sin duda a que el astro recalase en París. 



Pero en el vestuario del conjunto francés Messi se encontrará también con jugadores que hasta ahora eran simplemente rivales. Profesionales con los que se ha cruzado en numerosas ocasiones en su carrera, pero siempre vistiendo la zamarra del equipo contrario. Y no precisamente un equipo cualquiera.

Encuentro con Sergio Ramos

Hay cierto morbo al imaginar cómo será la relación entre Leo y Sergio Ramos. Ex capitanes ambos de Barça y Real Madrid, respectivamente, que compartirán ahora vestuario en el conjunto parisino. 

Enganchada entre Messi y Ramos durante un Clásico / EFE

Enganchada entre Messi y Ramos durante un Clásico / EFE



La hemeroteca muestra que su relación hasta no ahora no ha sido precisamente amigable, siempre que nos ciñamos a lo ocurrido en el terreno de juego, claro. 



Difícil de olvidar es la entrada que el central sevillano le hizo a Messi, por detrás y sin ningún ánimo de llegar al balón, en el Camp Nou en la tormenta de Clásicos que tuvo lugar en 2011, con José Mourinho y Pep Guardiola en los banquillos. O múltiples careos y enfrentamientos en partidos entre los dos grandes rivales. 

Recibimiento a París

Aunque todo ello parece que ya es cosa del pasado. Ramos ha querido recibir a su nuevo compañero con un guiño en su bienvenida a París. Un mensaje cariñoso en el que el central alude indirectamente a la rivalidad que les ha unido en estos últimos años. 



Pocas horas después de hacerse oficial la llegada de Messi, el ex del Madrid escribió en sus redes sociales "¿Quién nos lo iba a decir, verdad Leo Messi?

¡Bienvenido! / Welcome! / Bienvenue!
". Estas palabras iban acompañadas de una foto con la camiseta de ambos jugadores ya en el PSG. 

 

Un comienzo prometedor para una relación que a buen seguro hará sentir muy incómodos a muchos culés.