Al-Khelaifi, presidente del PSG; y Joan Laporta, del Barça, mantienen la guerra / REDES

Al-Khelaifi, presidente del PSG; y Joan Laporta, del Barça, mantienen la guerra / REDES

Culemaníacos

El primer zarpazo del PSG al Barça de Laporta

El club parisino cerró la llegada de un futbolista que estuvo cerca de recalar en el Camp Nou

10 junio, 2021 17:56

Se confirma lo que era un secreto a voces: el PSG ha hecho oficial la incorporación de Georginio Wijnaldum, que firma para las próximas tres temporadas y que llega libre tras haber militado cinco campañas en el Liverpool. Se trata del primer zarpazo del club parisino a un Joan Laporta que estuvo muy cerca de cerrar la llegada del holandés hace pocos días. 

En el Barça lo consideraban una tremenda oportunidad de mercado, al no tener que pagar traspaso por él, y también porque el propio futbolista estaba dispuesto a rebajarse considerablemente su sueldo. Un fichaje que servía también para limar asperezas con un Ronald Koeman que llevaba más de un año pidiendo su llegada. 

El PSG hace oficial el fichaje de Wijnaldum / PSG

El PSG hace oficial el fichaje de Wijnaldum / PSG

El PSG hace oficial el fichaje de Wijnaldum / PSG

Cuando todo apuntaba a que recalaría en el Camp Nou, entró de mala manera Al-Khelaifi en las negociaciones. Conscientes de los problemas económicos de los catalanes, pusieron encima de la mesa al ex del Liverpool una oferta prácticamente irrechazable, en la que le triplicaban el sueldo. El Barcelona ni siquiera ofreció resistencia, y el PSG se llevó una nueva batalla en su guerra particular contra los culés. 

El Barça, gran perjudicado de la relación amor-odio

Pese a que, cuando Al-Khelaifi llegó al PSG en octubre de 2011, la relación entre ambos clubes era más que buena, sobre todo unidos por la estrategia paralela del estado de Qatar por situarse en el mapa del deporte mundial para ser una referencia; esta se ha ido deteriorando con el paso de los años. 

La amistad de conveniencia se agrietó sobre todo en 2015, cuando Manel Arroyo asumió la parcela de marketing del Barça tras la dimisión de Javier Faus como vicepresidente económico justo antes de las elecciones. Con la conquista del triplete, el exdirectivo vinculado a MotoGP rompió un acuerdo verbal con Qatar Airways para exigir más dinero. Algo que no gustó a la cúpula qatarí, que se sintió traicionada y rompió cualquier vínculo con los culés, para dedicar prácticamente todos sus esfuerzos al PSG. 

Joan Laporta con el dueño del PSG, Nasser Al-Khelaifi, junto a Carlos Tusquets, antes del PSG-Barça del año pasado / FC Barcelona

Joan Laporta con el dueño del PSG, Nasser Al-Khelaifi, junto a Carlos Tusquets, antes del PSG-Barça del año pasado / FC Barcelona

Laporta con Al-Khelaifi y Tusquets en el PSG-Barça / FC Barcelona

Una enemistad que se ha evidenciado sobre todo en los despachos a la hora de negociar fichajes, y en la que ha salido más perjudicado sin duda un Barcelona que ha intentando ir de buena manera con los parisinos, y no ha dejado de llevarse desilusiones. 

Zarpazo tras zarpazo

El caso más evidente fue el de Neymar, en 2017. Ese verano, el cuadro blaugrana trató de hacerse con Verratti. No obstante, no solo se llevó el no rotundo de Al-Khelaifi, sino que además comportó una sed de venganza, que acabó con el fichaje del brasileño tras pagar su cláusula de rescisión. 

Existen otros ejemplos también claros. El PSG ha sido capaz en los últimos años de adelantarse al Barça por varios jugadores como Thiago Silva o Marquinhos. Además, siempre se han mostrado intratables a la hora de evitar de todas las maneras que Ney regresara al Barça. E incluso consiguieron robar a Rafinha al Barcelona en el último segundo de mercado, prácticamente regalado. 

Neymar Jr, en un acto con el PSG / PSG

Neymar Jr, en un acto con el PSG / PSG

Neymar, tras firmar su renovación hasta 2025 | PSG

El caso de Wijnaldum vuelve a ser sin duda otra muestra de estas ganas de confrontación, y el primer zarpazo que se lleva Laporta de Al-Khelaifi. Trataron de evitar este verano la renovación de Neymar y conseguir su regreso de una vez por todas. Y los parisinos contraatacaron no solo extendiendo su contrato, sino lanzando una ofensiva total por un Wijnaldum que ya lo tenía hecho con el Barça. Una guerra en la que definitivamente la cúpula blaugrana está saliendo claramente perdiendo.