El paso de Quique Setién por el banquillo del Barça no será recordado por el barcelonismo como una época de bonanza. El técnico cántabro fue el reemplazo de Ernesto Valverde el pasado mes de enero. Prometió buen juego, apostar por la cantera y trabajo. Sin embargo, con el paso de los meses y la exigencia de los resultados, este planteamiento se fue achicando.
"En el Barça no fui yo, no pude o no supe. Es verdad que podía haber tomado decisiones drásticas, pero tampoco hubieran arreglado nada en un espacio tan corto como el que he estado y en el que todo se concentró después del confinamiento", reconoció el extécnico culé en una entrevista para El País.
Quique Setién en un partido del Barcelona / EFE
Finalmente, tras la debacle en Champions ante el Bayern, el club azulgrana necesitaba cambios. Y la cabeza de Setién fue la primera que rodó. Luego fueron cayendo otras como la de Luis Suárez, Ivan Rakitic... hasta que la crisis golpeó hasta el mismísimo Josep María Bartomeu. No obstante, el que sí sigue en el Camp Nou, aunque fuese obligado, es Leo Messi.
El poder de Messi en en Barça
En esta misma entrevista, Setién también habló de su relación con Messi, y se atrevió a enviarle algunos recados, sobre su poder tanto en el vestuario como en el club. "Leo es difícil de gestionar. ¡Quién soy yo para cambiarle! Si le han aceptado durante años como es y no le han cambiado", reconoció el cántabro.
Además, aseguró que el argentino, pese a ser reservado, no necesita hablar porque con algunas miradas lo dice todo. Y confirmó la frase que el Tata Martino pronunció hace unos años sobre Messi: "Ya sé que si usted llama al presidente me echa, pero coño, no hace falta que me lo demuestre todos los días. Ya lo sé".
Setién, junto a Leo Messi en un partido del Barça | EFE
Por otra parte, descató una de las claves de por qué es tan complejo sacar a Messi del campo. "Eso es difícil cuando alguien se ha acostumbrado a ganar. Y cuando dentro de sí mismo se genera una ansiedad que, cuando no lo consigue, le hace daño. Realmente, la exigencia tan bestial que hoy existe en el fútbol le ha imbuido a él y a otros muchos que necesitan vencer permanentemente. Pero, claro, para ganar tú no puedes utilizar todo", explicó Setién.
No obstante, también emfatizó el técnico que el problema de los jugadores profesionales es la perspectiva. "Para él seguramente está siendo generoso. El problema es que la perspectiva desde dentro a veces te engaña. La realidad que ellos viven no es la realidad que vivimos los demás. Para ellos, y para mucha gente, lo único que importa es ganar y todo lo demás no vale". Y acabó la entrevista explicando que a veces, la dependencia de Messi, es un problema en el Barça: "Hay ocasiones en que no tiene que ser así. No se la tienes que pasar siempre a Messi. Tienes que tomar tus propias decisiones y afrontar la responsabilidad".