El Barça se quedó sin Champions a tan solo 90 minutos de la final del Wanda Metropolitano y con un 3-0 a favor que hacía impredecible la hecatombe que ha vivido el conjunto azulgrana, por segundo año consecutivo, en la competición europea. Era la obsesión del vestuario que consiguió contagiar a la afición de esa ambición con un juego intratable durante la fase de grupos y las eliminatorias. 

Hasta que llegó el Liverpool. Los ingleses dieron un recital sin premio en el Camp Nou, pero se rehicieron en Anfield. Una derrota contundente e histórica (4-0) que la afición no perdona y que ha incendiado las redes con dos señalados clave: Ernesto Valverde y Philippe Coutinho. 

Ningún jugador ha quedado exento de críticas, pero entrenador y futbolista han sido la vía de escape de la ira del barcelonismo. Uno por su planteamiento y otro por su rendimiento. Las redes han dictado sentencia entorno a ambas personalidades. Uno, muy cuestionado por cambiar el estilo de juego, y otro al que califican de "la mayor estafa del fútbol".

 

Una decepción general que abre la veda a una posible limpieza el próximo verano.