El Paris Saint-Germain respira aliviado. Y no es para menos visto la que se le venía encima. El Tribunal Arbitral de Deporte (TAS) cerró este martes de forma definitiva el expediente abierto por la UEFA contra el club francés por el supuesto incumplimiento del Fair Play Financiero que se cometió con los fichajes de Neymar Jr. --por 222 millones de euros-- y Kyllian Mbappé --180 millones que se abonaron al año siguiente-- durante el verano de 2017.
El club francés presentó un recurso al TAS alegando su defensa y tras varios meses de estudio, el Tribunal ha dado la razón a la entidad parisina. Una decisión que salva el proyecto deportivo de la temporada que viene de Nasser Al-Khelaïfi. El club sale indemne de una posible sanción, mientras el Manchester City de Pep Guardiola espera recibir el mismo trato y la misma resolución.
Caso cerrado
El TAS admitió el recurso presentado por el PSG contra la decisión de la Instancia de Control Financiero de los Clubes (ICFC) de reabrir el expediente el 19 de septiembre de 2018, al considerar que no se había hecho en el plazo previsto por la normativa. Tras meses de investigación, bajo la más estricta confidencialidad --algo que llama especialmente la atención-- el caso queda cerrado y cae en favor del PSG.
Una imagen de archivo de Nasser Al Khelaifi, presidente del PSG / EFE
La UEFA no podrá reabrirlo y el club francés queda exento de una posible sanción económica y deportiva para los próximos mercados. Algo que abre las puertas a nuevos fichajes y también la puerta de salidas de los mismos jugadores que propiciaron el inicio de la investigación que tras un nuevo K.O en Champions, son objeto de deseo de otros grandes de Europa.
Guardiola, a la espera
Mientras tanto, en la isla británica esperan que un caso muy similar caiga también en favor de otro gigante financiero: el Manchester City. La Cámara de Investigación del Organismo de Control Financiero de Clubes de la UEFA también abrió una investigación al club que dirige el catalán, por cometer posibles infracciones en relación con las regulaciones del Fair Play Financiero.
Una investigación que de momento ha seguido las mismas pautas que con el PSG: bajo la absoluta confidencialidad. La sanción, además de económica, podría traducirse en una expulsión temporal de la Champions. Algo que de momento los franceses han conseguido esquivar pese a su poca colaboración a la investigación.