El fútbol volvió a demostrar, una vez más que el dinero no lo es todo. El Paris Saint-Germain, uno de los clubes más ricos de Europa, quedó eliminado en los octavos de final de la Champions League tras caer ante el Manchester United (1-3). Los parisinos lo tenían todo de cara: ganaron 0-2 en Old Trafford y los ingleses llegaban al Parque de los Príncipes con bajas tan importantes como las de Pogba, Lingard o Martial.
El revés ante los red devils supuso el séptimo fracaso europeo consecutivo de la entidad dirigida por Nasser Al-Khelaifi. La llegada del catarí convirtió al PSG en uno de los clubes más poderosos del continente. A golpe de talonario, la entidad francesa se convirtió en uno de los equipos con mejor plantilla de Europa.
El equipo parisino ha dominado sin piedad en su país: cinco Ligue 1, cuatro Copas de Francia y cinco Copas de la Liga. Pero el fin del proyecto no era este, sino lograr una hegemonía en el viejo continente que en ningún momento ha estado cerca de producirse.
Cuatro eliminaciones en cuartos
La primera temporada con Al-Khelaifi como presidente fue un absoluto fracaso. En los inicios del proyecto el PSG gastó hasta 107 millones de euros. Esa temporada, quedó segundo en la Ligue 1 y no pudo lograr ninguna de las dos copas nacionales. En la competición europea que disputaba esa temporada, la Europa League, fue eliminado en la fase de grupos.
La campaña 2012-13 fue la consolidación del proyecto. Los fichajes de Thiago Silva (42) y Lucas Moura (40) elevaron el gasto en fichajes hasta los 151 millones de euros. El conjunto parisino ganó la Ligue 1 por primera vez en 19 años pero en Europa no pudo pasar de los cuartos de final de la Champions League: el Barça fue su verdugo.
Thiago Silva en un encuentro con el PSG / EFE
El verano siguiente (2013) se produjo la incorporación más cara (hasta entonces) de la historia del club. El uruguayo Edinson Cavani llegó procedente del Nápoles después de que el PSG pagara 64 millones de euros. El desembolso total de la entidad se elevó hasta los 136 millones de euros. No mejoró nada, pues volvió a caer en cuartos, en ese caso ante el Chelsea. En 2014 la única cara nueva fue David Luiz (49,50 millones), que tampoco pudo evitar otra eliminación en la antesala de semifinales. Nuevamente fue el Barça, a la postre campeón, el equipo que lo eliminó.
En agosto de 2015 fue Ángel Di María quien llegó como el nuevo salvador después de que Al-Khelaifi dejara 63 millones de euros en las arcas del Manchester United. En cuartos de final se encontraron con otro equipo que creció gracias a los petrodólares, el Manchester City. De nuevo, fueron los ingleses los que pasaron a semifinales.
Ni con Neymar y Mbappé
La situación se ha vuelto más dramática si cabe en las últimas tres ediciones. En la temporada 2016-17, tras gastar 134 millones, el PSG parecía presentarse por fin como un firme candidato. Más aún tras humillar al Barça en la ida de octavos de final (4-0). El conjunto entonces entrenado por Emery llegaba al Camp Nou con una ventaja inmejorable. Desbaratada por un fútbol cobarde que dio alas al conjunto azulgrana, que acabó accediendo a cuartos de final tras lograr una épica remontada (6-1).
Sergi Roberto celebra el gol que le dio la clasificación al Barça ante el PSG / EFE
Fue en el verano de 2017 cuando Al-Khelaifi reventó definitivamente el mercado. Los 222 millones de euros que pagó por Neymar son, hasta ahora, la cantidad más alta jamás pagada en un traspaso. También llegó Mbappé, la nueva perla del fútbol mundial, en calidad de cedido para evitar romper las reglas del fair play financiero. Era el año. Pero en octavos se cruzaron con el Real Madrid, que ganó en el Santiago Bernabéu (3-1) y en el Parque de los Príncipes (1-2). Ni Neymar, lesionado y en la celebración del aniversario de su hermana, ni Mbappé, también tocado, pudieron evitar la eliminación.
En 2018 se hizo oficial el fichaje de Mbappé (135). El crecimiento exponencial del francés y Neymar (que se volvió a lesionar, justo en época de carnavales y coincidiendo otra vez con el cumpleaños de su hermana) volvían a situar al PSG como uno de los máximos candidatos. El 0-2 cosechado en Old Trafford dejaba el pase para cuartos prácticamente sellado, pero el Manchester United, como ya hizo el Barça, remontó (1-3) y dejó, otra vez, a los parisinos fuera a las primeras de cambio.
Más de 1.100 millones de euros gastados para ni siquiera llegar a semifinales de la Champions League. Nasser Al-Khelaifi ya se prepara para el siguiente verano, aunque quizás tampoco vaya a servir para nada.