El FC Barcelona Lassa ha vuelto. La afición culé sufrió mucho durante las últimas temporadas –llevan sin ganar la Liga ACB desde el curso 2013-14 y en este tiempo solo han levantado una Supercopa de España (2015) y una Copa del Rey (2017)–, viendo cómo su equipo completaba campañas indignas año tras año. Pero parece que ha empezado una nueva etapa, cada vez está más claro que la dinámica negativa ha quedado atrás.
Los de Svetislav Pesic siguen sin estar a la altura de los grandes dominadores de Europa (Real Madrid, CSKA Moscú y Fenerbahçe Spor Kulübü), aunque ya pueden mirarlos a la cara. El equipo catalán ha remontado el vuelo y está capacitado para aguantar el tipo en cualquier pista del viejo continente.
En racha
El arranque de la temporada fue duro, con varias derrotas (incluida paliza ante el CSKA) y dudas en cuanto al juego, pero los de Pesic han sabido rehacerse.
Por el momento, el Barça lleva nueve victorias en los últimos 10 partidos. Además, ha logrado llegar a los 100 puntos en dos de los tres encuentros más recientes. Su triunfo en la cancha del Movistar Estudiantes corroboró esta buena dinámica y le hizo seguir como colíder de la Liga Endesa, igualado con el Real Madrid de Pablo Laso.
Pau Ribas protagoniza una acción de ataque contra el Estudiantes / EFE
Cabe recordar que la victoria en casa del Estu no es cualquier cosa, ya que los catalanes tan solo habían ganado una vez en esa pista en las últimas seis temporadas. Es la primera vez en tres años que no acumulaban tres triunfos consecutivos en Euroliga. Este Barça tiene buena pinta.
Pesic marca el camino
El entrenador serbio ha sido el principal causante del retorno del club a la élite europea. Su currículum le avala, ya ganó una Euroliga, dos Ligas ACB y una Copa del Rey en su anterior periplo en la capital catalana (2002-04). Cuando Pesic habla sobre baloncesto, el resto de los mortales debe escuchar y aprender.
Tras cuatro temporadas ligueras en blanco y ocho sin ganar la máxima competición continental, la esperanza culé reside en la experiencia del entrenador balcánico. El veterano míster llegaba el año pasado en un momento de angustia máxima para sustituir a Sito Alonso. Su irrupción sirvió para ganar la Copa del Rey y llegar a semifinales de la Liga ACB.
Pesic y Navarro en un tiempo muerto / EFE
Pesic no está para tonterías y si tiene que forzar el retiro de una leyenda, lo fuerza. Eso hizo con Juan Carlos Navarro, un jugador que acumulaba tres años con un rendimiento muy alejado de lo que un día llegó a ser. Su trabajo atrás era inexistente -no le llegaban las piernas- y su calidad ofensiva no compensaba en absoluto las partes negativas que suponían su presencia.
Por mucho que le doliese al aficionado culé y al propio Navarro, su retirada era lo mejor para el club. El próximo domingo será debidamente homenajeado en el Barça-Madrid porque una cosa no quita la otra: es el mejor de todos los tiempos.
Una plantilla hecha a medida
La directiva se ha hartado de especular y ha dejado que el entrenador haga un equipo hecho a su gusto. Pesic no dudó en descartar a nueve jugadores de la pasada temporada, quedándose con los que fueron más importantes para él durante el último curso: Ante Tomic (el nuevo capitán), Pierre Oriola, Adam Hanga, Pau Ribas, Víctor Claver y Thomas Heurtel.
También sigue Kevin Séraphin, el ex de los Washington Wizards, pero en él se tienen más esperanzas que certezas. Si el pívot se pone a tono físico puede ser un gran suplente de Tomic.
Nuevos jugadores del FC Barcelona Lassa / EFE
Por otro lado, han llegado muchas incorporaciones de nivel al Palau Blaugrana. Jugadores como Kevin Pangos, Kyle Kuric, Rolands Smits, Jaka Blazic y Chris Singleton están siendo clave para el resurgir del equipo. Pero el fichaje más destacado fue el del ala-pívot estadounidense. Es un jugador de gran calidad, capaz de decidir partidos tanto en ataque como en defensa. No en vano, es líder en tapones y robos, además de promediar más de 10 puntos por encuentro.
Un sistema conservador
El Barça de Pesic tiene dos máximas claras: sacrificio y paciencia. El juego del equipo se construye desde atrás, con un entramado defensivo de nivel top europeo que cada vez crece más. Su gran debe para frenar al adversario era el rebote defensivo, pero poco a poco están mejorando en esta faceta.
Por otra parte, en la zona de ataque la cosa es bien distinta. Los culés ofrecen una ofensiva pausada y organizada, con un ritmo lento que huye de la verticalidad y transiciones caóticas. Juegan con dos playmakers en el quinteto inicial: Pangos y Heurtel. De hecho, el francés es el máximo asistente del equipo pese a partir como teórico escolta (al uso es un base).
Tomic en una imagen de archivo / EFE
Con Tomic como ancla principal y manteniendo su gran nivel, este Barça es digno de aspirar a todo. Pesic conoce a sus jugadores y sabe qué es lo que más les beneficia. El croata es el mejor baloncestista del conjunto y parece que por fin lo han rodeado de compañeros que se beneficien de por su estilo de juego. Veremos hasta dónde llegan.
Arranque dudoso | Reconducción del equipo | |
---|---|---|
Partidos totales | 5 | 12 |
Puntos a favor | 80,8 | 87,9 |
Puntos en contra | 78,6 | 76,3 |
Balance puntos | +2,2 | +11,6 |
Balance victorias | 3-2 | 10-2 |