El colmo de Neymar en París incendia la guerra en el PSG

Neymar no está a gusto en París. Es un secreto a voces. El brasileño no es feliz allí y su bajo estado de ánimo se plasma en su pobre rendimiento. Cada vez está más convencido de que se equivocó saliendo del Barça. Se arrepiente. Le duele horrores haber abandonado a sus excompañeros azulgranas, sobre todo por la forma en que lo hizo. Pero lo que más le escuece es haber perdido popularidad.

Neymar ya no es el crack mediático de antes. Ha cedido protagonismo. No solo a nivel mundial sino también dentro del club que pagó su peso en oro. La afición del PSG ningunea a Neymar. Eso se desprende de los resultados de una encuesta de Odoxa para RTL y Groupama sobre las preferencias de los hinchas parisinos respecto a sus jugadores.

El claro preferido de los aficionados franceses es Kylian Mbappé. Y de largo. El 65% de los encuestados eligen a la joven promesa parisina. El resultado es apabullante. Además, y para mayor desquicio de Neymar, en segunda posición se encuentra Edison Cavani con el 11% de los votos. Neymar tan solo es el tercer futbolista más popular en el PSG, con un escaso 9% de apoyo.

Desquiciado en París

La fatídica encuesta es el colmo para un Neymar que se siente atrapado en París. Se supone que el brasileño se marchó a Francia para explosionar y convertirse en el mejor jugador del mundo. Él estaba llamado a ser el gran referente del equipo, el estandarte, y conquistar Europa de una vez por todas. Sin embargo, el delantero nunca se ha llegado a sentir cómodo en Francia. La liga francesa le aburre. Y París sencillamente le agobia.

Neymar ha perdido caché desde que está en el PSG. En gran medida porque su rendimiento ha bajado. Tanto es así que en la última gala de la FIFA The Best ni siquiera figuró entre los nominados para hacerse con el galardón. Ney ha pasado de codearse entre los tres mejores futbolistas del mundo a ser un don nadie. Una estrella frustrada cualquiera. Otro brasileño desnortado. A la deriva.

En busca de redención

Su arrepentimiento ha llegado a tal extremo que Neymar se plantea volver al Barça. En el club azulgrana el brasileño era feliz. En compañía de Leo Messi y Luis Suárez formaba el tridente ofensivo más letal del mundo. Se divertía sobre el terreno de juego. Lo pasaba en grande. Además ganaba títulos de entidad. Estaba en boca de todos y se codeaba con los más grandes. Su poder mediático era mucho mayor. Neymar era una marca de valor incalculable.

Una foto de Neymar y Piqué en un evento de fútbol / EFE

Una foto de Neymar y Piqué en un evento / EFE

A día de hoy el fichaje del brasileño no es una posibilidad real para el FC Barcelona. Pero se podría valorar seriamente si así lo pide el cuerpo técnico. Ahora bien, la operación no resultaría nada fácil. De entrada, Neymar debería presionar públicamente al PSG para que facilite su salida. El Barça no puede permitirse desembolsar una cantidad desorbitada como hizo el club parisino para ficharlo. Además, el jugador debería aceptar rebajarse la opulenta nómina que le pagan los franceses.

Tomar decisiones nunca es fácil. Sobre todo cuando implican darle un giro radical a tu vida. Neymar arriesgó cegado por la codicia. Se equivocó. Poco a poco lo va asumiendo. Pero corregir su error le va a obligar a incendiar París.