El FC Barcelona y el París Saint-Germain viven enzarzados en una guerra fría que se expande a todos los frentes. El PSG ha sido siempre un obstáculo para las pretensiones del Barça sobre alguno de sus jugadores, casos de Thiago Silva y Marquinhos, mientras el club azulgrana ha hecho lo propio con algunos de los deseos parisinos como Sergio Busquets o Rakitic.
La contratación de Neymar en 2017 podía hacer pensar que las relaciones entre ambos clubes tomarían un nuevo rumbo. Nada más lejos de la realidad. Nasser Al-Khelaifi, el máximo dignatario del PSG, no parece ver saciadas sus pretensiones con el crack brasileño y sigue declarándole la guerra al Barça. El conflicto atraviesa uno de los momentos más tensos que se le recuerdan. Está más vivo que nunca.
El último capítulo de esta guerra sin cuartel no afecta a ninguno de sus jugadores, pero es paradigmático de la hostilidad abierta entre los dos clubes en los últimos años. Un enfrentamiento que lejos de apaciguarse sigue recrudeciéndose.
En este sentido el jeque Nasser Al-Khelaifi ha prohibido a uno de sus ejecutivos, Adrien Tarascon, encargado de las estadísticas de los partidos del PSG, asistir a un acto organizado por el FC Barcelona. Se trata del Sports Technology Symposium, que se celebrará los próximos 15 y 16 de noviembre.
El 'caso Rabiot'
La decisión del mandamás del PSG responde en gran parte a las insistentes tentativas azulgranas por hacerse con Rabiot, centrocampista del club parisino. Adrien Rabiot lleva meses en la agenda de futuribles del Barça, que no renuncia a su fichaje. De momento el jugador se niega a renovar su contrato con el PSG.
Adrien Rabiot, el medio del PSG pretendido por el Barça | EFE
Rabiot ya ha rechazado hasta cuatro ofertas de renovación por parte de su equipo. El francés quiere un salario al nivel de las grandes estrellas de Europa, y parece que el PSG no puede satisfacer sus demandas por culpa del famoso fair play financiero de la UEFA. Las cuentas del club parisino están siendo investigadas a fondo por la UEFA. En caso de que se demuestre que el PSG ha incumplido las normas sería sancionado con dureza.
Choque diplomático
Pero la prohibición de Al Khelaifi también se debe a las recientes declaraciones de Josep Maria Bartomeu sobre el PSG, en las que el presidente azulgrana se regocijaba de los problemas financieros del club parisino.
“Hay clubes que no son clásicos, sino estados que compiten”, afirmó por su lado Pep Segura, mánager deportivo del Barça, aludiendo al Paris Saint-Germain en una entrevista para el diario Sport. El club parisino está en manos de capital catarí desde mayo de 2011, cuando el jeque Al Thani depositó su confianza en Nasser Al-Khelaifi para llevar las riendas del club.