La principal razón por la que Neymar abandonó el Barça fue desquitarse de la sombra de Lionel Messi y liderar por sí mismo un equipo ganador. No se conformaba con un papel secundario en el Barça, siempre a la estela de Messi. Quería demostrar que podía vencer a su compañero. Ney soñaba, y seguramente aún sueña, con ser el mejor del mundo y auparse al trono del fútbol. Pero la realidad, al menos hasta ahora, ha resultado ser bien distinta.
Salir del Barça ha sido la peor decisión que ha tomado Neymar hasta la fecha en su carrera deportiva. Es cierto que en el Barça se encontraba un escalafón por debajo de Messi, el indiscutible adalid del equipo. Pero el brasileño también gozaba de protagonismo y tenía oportunidades para brillar con luz propia, como en la memorable remontada contra su actual equipo. El histórico 6-1 contra el PSG fue obra de Ney.
Una foto de archivo de Messi y Neymar en el Barça / EFE
En el Barça Neymar tenía garantizado compartir plantel con los mejores jugadores del mundo. Junto con compañeros de la talla de Messi, Suárez, Rakitic o Coutinho, el brasileño tenía la oportunidad de hacer grandes cosas y labrarse un palmarés de ensueño en Europa. Poco a poco, con esfuerzo y tesón, habría ido madurando, creciendo como futbolista, forjando su propia leyenda. Y quién sabe si en algún momento habría logrado desbancar a Messi.
Fuera del 'top 10'
Sin embargo, las ansias por brillar con luz propia y ser el líder del equipo se han demostrado contraproducentes para el crack brasileño. Prueba de ello es su ausencia en el top 10 de los premios The Best. Si en los anteriores galardones de la FIFA Neymar había figurado siempre entre el elenco de máximos candidatos -3º en 2015, 4º en 2016, 3º en 2017-, este año ni siquiera ha sido capaz de entrar entre los diez mejores, lo que sin duda constituye un fracaso estrepitoso para él.
Su voluntad de ser el mejor del mundo se ha visto truncada a las primeras de cambio. Con el Barça tenía presencia, brillaba de la mano de sus compañeros, aportaba su granito de arena a un equipo ganador. Sin embargo, su primera temporada fuera del Camp Nou se ha demostrado del todo estéril. No ha sido capaz de liderar ni al PSG ni a la selección brasileña en los momentos decisivos. No ha conducido a sus equipos a la victoria. Y de ahí su ostracismo en la reciente gala de la FIFA.
Neymar cuajó un mal partido contra el Liverpool en el debut del PSG en Champions / EFE
De capa caída
El año pasado la temporada de Neymar fue para olvidar. Con el PSG no pudo pasar de octavos de final en Europa. El equipo parisino, que vive por y para la Champions, fue vapuleado por el Real Madrid. Y Neymar apenas fue un espectador impotente del poderío blanco. Una lesión apartó al brasileño del tramo final de temporada. Ahora bien, Ney parecía llegar a tope para el mundial con Brasil, quizá su gran anhelo. Pero una vez más fracasó, y de su paso por Rusia tan solo se recuerdan los piscinazos.
Este curso acaba de empezar y todavía está todo por decidir. Con todo, lo cierto es que ni él ni el PSG han empezado con buen pie. Arrancaron la Champions tropezando con el Liverpool en Anfield, en un encuentro en donde Neymar brilló por su ausencia. Mucho tienen que cambiar las cosas para que Ney vuelva a codearse con los mejores del mundo.