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El FC Barcelona venció sobriamente al Real Betis (3-5). Excepto en los minutos finales, donde el conjunto de Manuel Pellegrini metió dos goles para poner los nervios en el cuerpo a los azulgranas, el partido se vivió de forma tranquila en el césped. En la grada, fue muy diferente.

El padre de Lamine Yamal, Mounir Nasraoui, tuvo que abandonar La Cartuja alrededor del minuto 70. Según explicaron en la Cadena SER en plena retransmisión de partido, la seguridad del estadio se vio obligada a intervenir para calmar los ánimos.

Gestos de provocación

Mounir estaba rodeado de aficionados del Betis y, tal y como detallaron en antena, hubo momentos de mucha tensión en las gradas. El padre del futbolista habría estado provocando y haciendo gestos que la hinchada bética le acabó recriminando.

Lamine Yamal abraza a Ferran Torres tras el 1-4 del Barça contra el Betis EFE

Por este motivo, los miembros de seguridad fueron a pedirle calma y tuvieron que acompañarlos hasta fuera de La Cartuja. Varios de estos ademanes habrían sucedido tras cada gol del Barça, que Mounir habría celebrado de manera eufórica y de manera desconsiderada.

Fan número uno de su hijo

Al final, todo quedó en un hecho anecdótico y la cosa no fue a más. El progenitor del 10 azulgrana se desplazó hasta Sevilla junto a varios amigos, como hace en muchas ocasiones, para ver a su hijo jugar. Fiel admirador del fútbol de su hijo, Mounir se deja llevar.

Lamine Yamal celebra el 39 cumpleaños de su padre, Mounir Nasraoui, en el restaurante Gaudim MONTAJE CULEMANIA

Eso fue lo que sucedió en Sevilla, donde Lamine Yamal cuajó un excelente partido jugando, por primera vez, por detrás del delantero centro, que en este caso fue Ferran Torres. El genio de Rocafonda participó en todas las jugadas, combinó con sus compañeros y, lo mejor de todo, es que mostró un gran compromiso en tareas defensivas.

La mejora del Barça, aquella que prometió Hansi Flick, está llegando. La efervescencia de Mounir en la grada lo demuestra.

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